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G. GRACIA GUILLEN J7 ducta, dentro del que, según Ricoeur, habría sitio para una nueva va­ loración de la religiosidad adulta “ . Hay testimonios bastante evidentes de la importancia de la cura psicoanalítica en la maduración religiosa. «Parece que algunos cristianos que han sido sometidos a psicoanálisis atestiguan que esta experiencia, lejos de haberles hecho «perder» la fe, les ha incitado a una profunda purificación»41. Y el P. Tornos escribe: «Conozco a católicos y sacerdotes que no solamente han concluido un psicoaná­ lisis personal satisfactoriamente, sino que incluso han sido admitidos en la sociedad psicoanalítica internacional continuando en su fe y en su sacerdocio» 42. De todos modos, el total esclarecimiento de nuestras sombras inconscientes no deja de ser un desiderátum difícil de conseguir13, y que el propio Freud no poseyó. De aquí que en alguna parte los jui­ cios de Freud sobre la peligrosidad de la religión y su personal ateís­ mo estén condicionados parcialmente por su fugaz e imperfecto aná­ lisis didáctico. «Desde este ángulo — escribe Pie— cabría interpretar la indudable hostilidad de Freud contra la religión, como fruto de las inevitables limitaciones a que todo autoanálisis está sometido, limi­ taciones que el propio Freud reconoce» u. Para Pie, en el fondo de toda esta cuestión late «una angustia insuficientemente superada» iS. Esto no le permitió llegar a esa transparente religiosidad por la que « ilusionado » combatía y cavilaba “ . Su biógrafo Jones, Beirnaert y Pie 47 han analizado agudamente este punto. Freud dice en una carta a Jones que va a escribir un libro sobre la religión (Tótem y tabú) y que aunque ello le va a costar muchos sacrificios, tiene que realizarlo, pues «se trata de una orden recibida de mis conexiones inconscien­ tes». Rof Carballo, siguiendo a Jones, ha estudiado la posible signifi­ cación de esta orden de sus conexiones subconscientes, en relación con la doctrina de la «rebelión contra el padre» que se da en la psico- 40. Cf. TORNOS, Op. cit., pp. 26-7; RICOEUR, De ï interpretation, <n* fine», aib., «El ateísmo del psicoanálisis freudiano», Concilium, 16, 1966, 241-253. 41. PLE, Op. cit., p. 213. 42. Op. cit., p. 28. 43. Cf. FREUD, Análisis terminable e interminable (O. C., Ill, 540-572). 44. Op. cit., p. 150. 45. Ibid., p. 150. 46. En este sentido apunta el trabajo de PFISTER, La ilusión de un porvenir. 47. Op. cit., p. 130. 5

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