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96 RELIGACION Y PSICOLOGIA PROFUNDA ta propia; pero lo contrario es también cierto. Sólo atreviéndonos a pensar podemos emanciparnos de la dominación de la autoridad. En esto resulta significativo notar que Freud declara que la sensación de impotencia es lo contrario del sentido religioso. Esto expresa, aunque sólo sea implícitamente, la condición previa a la experiencia religiosa, a saber; la independencia y la conciencia de las capacidades propias. Qué duda cabe que en todo esto Freud no andaba muy desacer­ tado. Sólo podrá vivir auténticamente, limpiamente, conscientemente, aquel que haya llegado a tener un total esclarecimiento de sus capa­ cidades propias, como dice Freud, o que sabe «andar en verdad», se­ gún la donosa y célebre frase de Santa Teresa de Jesús. Precisamen­ te a propósito de esta «humildad» teresiana hay un magnífico párra­ fo de Freud, bien comentado por Tom os38, que dice: «Aquel que ha comenzado a sospechar la magnificencia de la cohesión universal y sus inmutables leyes, pierde fácilmente su propio y pequeñísimo Yo. Sumido en la admiración y poseído de una verdadera humildad, olvi­ da con demasiada facilidad que es por sí mismo una parte de aquellas fuerzas cuya actuación le maravilla y que puede intentar variar, en la medida de sus energías personales, una pequeñísima parte del ne­ cesario curso del mundo, de este mundo en que lo pequeño no es me­ nos maravilloso ni importante que lo grande» (O.C., II, 371 ). Dedúcese de todo lo anterior que la labor de esclarecimiento per­ sonal que el psicoanálisis trata de hacer no está reñida con la religión, sino que puede ser una magnífica base para la concienciación y viven­ cia auténticamente lúcidas de la religiosidad. Desde esta perspectiva, Vergote dice que de la religión del deseo, que no puede no ser una defensa narcisista, hay que pasar a la religión de la palabra o de la fe, que más bien irá muchas veces en contra de las tendencias defensi­ vas39. Por su parte, Brown, y sobre todo Ricoeur, analizando el con­ cepto de Eros en las últimas obras de Freud, creen encontrar una cla­ ve o principio dinámico diferente de los tradicionales de placer, rea­ lidad, muerte, etc., estructurador del pensamiento y de toda la con­ 38. Op. cit., p. 91. 39. Op. cit., p. 26.

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