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S. GONZALEZ 33 de pertenencia. En este caso tendríamos que Mizpah y Gibe’on esta- ban bajo el dominio directo del «pejah» del Transeufrates157. Esto refleja una situación posterior — tiempo de Nehemías— . No pode- mos determinar cuándo tuvo su origen. Por otra parte, es seguro que sobre la provincia de Judá pesaban duros impuestos 158. Las continuas guerras necesitaban ser sostenidas con las riquezas y el trabajo de las regiones conquistadas. Dios bendijo los primeros pasos de la nueva provincia. Conce­ dió una abundante cosecha. El hecho pudo ser considerado como un signo de esperanza y de una pronta recuperación. Todo podría ir ad­ quiriendo nueva vida y hacer que se fueran olvidando los amargos días de la conquista caldea. Pero un suceso nefasto vino a sembrar el desorden y la miseria en la recién creada provincia babilónica. V . L a muerte de G odolías y su s primeras consecuencias i . El hecho de la muerte de Godolías viene narrado breve y concisamente en 2 Re 25, 25-26. Con mayor amplitud de detalles y pormenores nos lo describe el libro de Jeremías1,s. Los primeros pa­ sos del gobierno de Godolías habían sido realmente felices. Los acon­ tecimientos parece se desarrollaron velozmente. Entre los nobles que volvieron, atraídos por Godolías, se encontraba un tal Ismael, hijo de Netania “°. Era descendiente de la casa real de David U1. Y estaba en íntimas relaciones con el rey de Ammón, Baalis162. Tal vez se refu­ giara allí durante el asedio y destrucción de Jerusalén. Ismael, como todos los otros jefes, ofreció sus respetos a Godolías en Mizpah “s. 157. E . M E Y E R , Das Judentum, p. 108; R TJDOLPH, Esra, p. 116. 158. Larn 1,3; 5,4; 5,5; 5,13. 159. Jer 40, 13-41,3; cfr. P. V O LZ , Der Prophet Jeremía, pp. 350-352. 160. Jer 40,8; 2 Re, 25,23. E n T e ll en-Nasbeh se ha encontrado un sello, que probablemente debe leerse: «Ahazyah (ü ) — hijo de-Matta— nyah (ü )» . Sin embar­ go la letra primera del segundo nombre no es segura. A L B R IG H T cree que se de­ be leer «nün» en lugar de «m ém ». E n este caso tendríamos el m ismo nombre del padre de Ismael: Nettanyah (ü ). Se trata de un sello de la época del destierro. La identificación no es segura. Sin embargo, contribuye a poner en su verdadera luz histórica los libros de los Reyes y de Jeremías. La forma de los nombres se ase­ meja a la encontrada en ¡as Letras de Lakis: Cfr. D . D IR IN G E R , en Lachish III; The Jron Age , pp, 331-339. 161. Jer 41,1; ZRe, 25,25. 162. Jer 40,14. 163. Jer 40,8.

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