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S. GONZALEZ 27 nifiesto lo difícil de la tarea organizadora del nuevo «administrador». A continuación, vamos a ver cómo intentó resolver los principales pro­ blemas que se le ofrecían. i . Elección de residencia: Mizpah. Jerusalén había sido des­ truida totalmente 12‘. Ninguna seguridad o ventaja podía ofrecer. Co­ mo consecuencia había que buscar otra ciudad que fuera sede del nue­ vo gobierno. La elección cayó sobre Mizpah La razón inmediata pudo ser una disposición del rey de Babel. Tal vez estuviera esto uni­ do con la intención de Nabucodonosor de rechazar para siempre la casa davídica. La identificación de Mizpah resulta hoy una cuestión bastante discutida 12°. Ello ha dado origen a diversas hipótesis127. Tan­ to A l t 128 como Albrigth 123, como los editores de las excavaciones en Tell En-Nasbeh juzgan de diversa manera el problema de la identi­ ficación. Las mayores probabilidades militan a favor de Tell En-Nas- beh = Mizpah. Una prueba amplia se nos da en la edición última de los resultados arqueológicos encontrados en Tell En-Nasbeh130. Tell En-Nasbeh está situada en lo más alto de un montículo entre W. Gilian y W. Deweit, 13 km. al norte de Jerusalén y 3 al sur de el- Bire m. Su importancia militar se acrecentó grandemente con las cons­ trucciones allí realizadas por el rey Asa 132. Un motivo de duda en la identificación de Tell En-Nasbeh con Mizpah, proviene de la misma situación geográfica de Tell En- Nas- beh. El sitio no parece convenir a una ciudad del reino meridional, construida en el límite con el reino septentrional133. Además se ha en­ contrado que la puerta principal de la ciudad estaba colocada en la parte norte, no hacia el sur, como sería de esperar si se trataba de una 124. 2Re 25, 8-17. 125. 2Re 25, 23; Jer 40, 10, etc. 126. C ír. A B E L I I , pp.388-390; G A L L IN G , R L , pp. 193-197; 385-386. 127. C ír. Tell En-Nasbeh I, pp. 23-63. 128. A. A L T , Neue Enuagungen über die Lage von Mizpa, Atarth, Beeroth und Gibeon, en ZDPV 69 (1953) 1-27. 129. Cfr. AAS 4 (1924) 103-110; B A SO R (1929)4; J B L 58 (1939) 177-187. Ultim a­ mente, en J N E S 7 (1948) 203, A L B R IG H T , que antes había combatidoenérgica­ mente la identificación de Te ll en-Nasbeh con Mizpah, concede a esta identifica­ ción una mayor probabilidad. V IN C E N T , en R B 55 (1948) 288s., defiende también esta identificación. 130. Cfr. Tell En-Nasbeh I 23-59; J. M U IL E N B U R G , Mizpa of Benjamín , en Studia Theologica 8 (1955) 25-42. 131. A E E L I I 389. 132. 1 Re 15, 22. 133. A. A L T , ar. cit. p. 4.

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