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S. GONZALEZ ? 3 monios, a primera vista opuestos: 2 Re 25,11 y Jer 52,29. El texto del libro de los Reyes dice, de una manera general: «Nebuzarden, jefe de la guardia, llevó cautivos a los que habían quedado en la ciu­ dad, de los que se rindieron al rey de Babilonia, y al resto de la gen­ te, fuera de algunos pobres que dejó, como viñadores y labradores». Si tenemos en cuenta las listas de repatriados ltG, la mayor parte de los cuales pertenecían a la deportación de 587, y el estado en que quedó sumergida la tierra de Judá tal como se describe en las Lamentacio­ nes 103 y tal como resulta de las excavaciones arqueológicas recientes 1M, debemos concluir que el número de desterrados no debió andar tampo­ co lejos de los 20.000. Por lo tanto el número que se nos da en Jer 52,29 — 832 deportados de Jerusalén— no se refiere, de ninguna ma­ nera, a todo el conjunto de desterrados. Los 832 jerusalemitanos de Jeremías son probablemente los que huyeron de Jerusalén durante los meses de asedio 105. b) Las pérdidas en la guerra. El rey Joaquín (606 /5 - 597) per­ maneció fiel a Nabucodonosor durante tres años “6. Después se rebe­ ló 107 contra el rey de Babilonia, hacia el año 602. Este envió contra el rey de Judá fuerzas caldeas, arameas, moabitas, ammonitas que de­ vastaron la tierra de Judá 108. Más tarde vino Nabucodonosor en per­ sona, precedido de su ejército, que tenía en asedio Jerusalén109. Las excavaciones de Lakis, Tell Beit Mirsim y otras ciudades de Judá muestran una doble destrucción en el lapso de tiempo de poco más de 10 años. Generalmente se interpreta de la destrucción en el año 597 y en el 587 n°. En los años 588-587 tuvo lugar la segunda gran devastación del reino meridional, que terminó con la destrucción completa de las principales ciudades, como lo demuestra claramente la misma arqueología m. 102. Esd 2 , 1-70 = Neh 7 ,6-72a. 103. Lam 1,1. 2. 4. 15. 18. 20; 4, 4; 5, 3. 104. A L B R IG H T , The Archaeology of Palestine, pp. 142-143 105. Cifras sensiblemente más bajas las dan B R IG H T , 06. cit., p. 360; M E T Z ­ G E R , Grundriss, pp. 137-138; JA N S S E N , Juda, 25-39. Por el contrario, R IC C IO T T I, K I T T E L , etc. dan números más elevados. 106. Jer 36, 9. 21-29. 107. 2Re 24, 1. 108. 2Re 24, 2. 109. 2Re 24, llss. 110. A L B R IG H T , The Archaeology of Palestine, p. 142; Lachish I I I 58. 48. 111. ID E M ., From the Stone Age to Christianity2. Baltimore 1946, p. 246s.

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