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16 LA SITUACION DE JUDA BAJO GODOLIAS nia. Rudolph coloca su composición entre los años 538-515 68. El tex­ to dice: «Estos son los de la provincia que volvieron del destierro, de los que había llevado cautivos a Babilonia Nabucodonosor, rey de Ba­ bilonia, y tornaron a Jerusalén y a Judá, cada uno a su ciudad» 69. Y a continuación una larga lista. En ella es interesante distinguir dos grupos diversos: los denominados según la familia a que pertenecían y los designados simplemente según la ciudad de pertenencia. Proba­ blemente el primer grupo representaba «el pueblo de la tierra», la clase más noble, propietarios, que gozaban de todos los derechos, y pertenecían a una determinada familia, cuyas tradiciones y privile­ gios se trasmitían de generación en generación. Entre estos privile­ gios se contaba el poder pertenecer a la clase militar, es decir, ser «hombres de armas» 70. En el segundo grupo se elencaban todos aque­ llos que no estaban inscritos en alguna de las «familias». En toda la larga enumeración no se alude nunca a ciudades si­ tuadas al sur de Bét Lehem y Netofah. Por lo contrario, los lugares situados al norte de Jerusalén están numerosamente representados. La conclusión que parece deducirse inmediatamente es que las ciuda­ des al sur de Bét Lehem no pertenecían a Judá al tiempo de la segun­ da gran deportación del año 587. Luego fueron separadas ya el año 597. Tal es la conclusión de Kittel, Alt, Rudolph y otros71. Sin em­ bargo los datos de Esdras 2 se ofrecen a diversas interpretaciones. El primer problema que debemos precisar es el de saber de qué ciuda­ des se trata. La fórmula de Esd 2,1 : y tornaron a Jerusalén y a Ju- dá, acoda uno a su ciudad » se podría aplicar tanto a las ciudades de dónde procedían los desterrados antes del destierro, como a las ciuda­ des a las que retornaron para habitar en ellas definitivamente. El pro­ blema nace de la omisión de unas ciudades y de la inserción de otras. Así son nombradas Lod, Hadid y Óno, que no pertenecían a Judá en la época de Nehemías y de la repatriación. Sin embargo estas ciuda­ des pertenecían a Judá en tiempo de Josías, hasta el año 597, por lo 68. RUDOLPH, Esra, p. 17. 69. Esd 2,1. 70. RUDOLPH, Esra, p. 20; E . MEYER , Das Judentum, pp. 152ss; KITTEL, GVI III, pp. 359ss; E . WÜRTHWEIN, Der ’Amm h’arez im A. T. Stuttgart 1936. 71. Sin embargo, ninguno de estos autores lo da como absolutamente cierto. Generalmente se inclinan por el año 597, aunque no niegan la posibilidad de que solamente después de la destrucción definitiva de Jerusalén, se establecieran de­ finitivamente los límites de Judá.

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