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BERNARDINO DE ARMELLADA 399 significa Dios como objeto inmediato. ¿Cómo es posible reunir ele­ mentos tan paradójicos? La teología franciscana aplica la razón profunda de la libertad y contingencia de la acción de Dios «ad extra». Ella, por lo que significa considerada dentro de la inson­ dable simplicidad del mismo Dios, nos lleva a pensar en la esencia divina que, hecha objeto libre en la voluntad de Dios, queda como solución, siempre misteriosa, a la antinomia con que choca la pura razón al confrontar los datos de la teología 10. Volviendo al panorama descrito al principio, podemos advertir cómo el pensamiento franciscano no trata de imponer esquemas a la realidad de Dios ni a su revelación. Comienza con la sencillez de recibir impresiones; pero no sólo las detectables al nivel de las exigencias o posibilidades naturales, sino las que se perciben y aceptan amorosamente en el campo de una libertad salvadora, que procede de la infinitud del amor divino. B e r n a r d in o d e A r m e l l a d a . León. 10. Se quiere significar, en última instancia, que ia superación del orden natu­ ral — orden de relaciones necesarias— no puede conseguirse naturalmente, es decir, por relaciones necesarias y activamente proporcionadas al objeto sobrenatural; sino que entra como elemento esencial la libertad de Dios en cuanto dato estricta­ mente teológico. Es lo que E. Gilson expresa cuando dice: «Ici encore nous assistons au conflict global de deux mondes irréconciliables: le monde de la nécessité natu­ relle qui est celui des philosophes, le monde de la liberté divine qui est celui de la théologie chrétienne». O c., p. 21.

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