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3 98 TRANSCENDENCIA DIVINA Y VOLUNTARISMO el punto esencial está en que, para el escotismo, el ser el hábito de la caridad razón de aceptación divina le viene, en último tér­ mino, del objeto a que el mismo hábito inclina 8. La razón última está, por tanto, en esa voluntad de Dios que suple la esencia de un modo totalmente libre. La modificación de la creatura — acto o hábito— no puede entrañar, en lo que tiene de ser creado, rela­ ción necesaria de Dios a la creatura por la razón de que tendría­ mos otra vez una confusión panteísta de algo necesariamente ligado de modo inmediato al ser necesario. En este contexto se entiende el alcance de la afirmación de que la gracia no santifica por sí misma, en cuanto accidente creado, como razón formal objetiva primaria9. Pues se tendría un ser creado con relación natural y, por tanto, necesaria, al contacto inmediato con el ser necesario; lo que privaría a la gracia de su misma razón entitativa de accidente crea­ do. Responder que únicamente se daría una relación necesaria en la hipótesis de la existencia de la gracia (análogamente a la rela­ ción necesaria de efecto que se da en todo ser creado respecto del ser necesario), no resuelve el punto grave de la dificultad, consis­ tente en que de parte del puro orden creado, aunque fuera sólo bajo un aspecto accidental, se tendría una proporción de necesidad frente al orden sobrenatural. Y esto no es admisible, ya que la sobrenaturalidad no puede darse sin el influjo perenne, constitutivo en cierto modo, de Dios como objeto libre, es decir, de la voluntad de Dios en cuanto supliendo de modo perfecto la divina esencia. Con ello, sin embargo, no puede excluirse lo afirmado anteriormen­ te de que el cambio hacia el sobrenatural tiene que verificarse de parte de la creatura. Pero se indica al mismo tiempo el modo pre­ ciso de tal cambio: una mutación en la creatura, que se efectúa por el mismo objeto divino que se da a través de la voluntad, por­ que el orden sobrenatural es un orden esencialmente libre. Hay que confesar que estamos abocados al mismo misterio de Dios en su comunicación más sublime y que los conceptos huma­ nos fallan si quieren aproximarse demasiado. Tenemos, a pesar de todo, delineados los fundamentos con que la teología escotista cree salvar al mismo tiempo la inmanencia y la trascendencia del sobre­ natural, buscando la línea de homogeneidad de la perfección en la naturaleza de la potencia pasiva y la trascendencia de la visión de Dios en la esencial superación que respecto de toda potencia creada 8 . Cf. W. D ettloff, Die Lehre von der "acceptatio divina” bei Johannes Duns otus. Werl-West. 1954. 9. Cf. D ettloff, o c.. pp. 49, 86-87; J Alfaro, Lo natural y lo sobrenatural. Estu­ dio histórico desde Santo Tomás hasta Cayetano. Madrid 1952, pp. 58-59, nota 106-

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