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D IEGO G R A C IA G U IL L E N 367 en sí, como una realidad independiente y propia, y acabamos sus­ tantivando {el franciscanismo) lo que en realidad no pasa de tener carácter adjetival (el hombre franciscano ) 44. Permaneciendo cons­ cientes de que se trata de una abstracción metodológica, es algo perfectamente lícito y hasta conveniente y necesario. Pues sucede que ahora podemos estudiar el franciscanismo como si fuera una «cosa real»45, e indagar, por tanto, su sustantividad, su esencia, 44. Sobre el peligro de estas sustantivaciones en filosofía, cf. Alberto del Campo, En torno a la filosofía de X. Zubiri, en «Indice», dic. 1958, pp. 4 y 32. 45. Estaconsideración de una habitud, more abstracto, a m odo de «cosa real» es algo que aprueba el m ism o Zubiri. En SE, 107-8, ha escrito: «E llo no obsta, evidentemente, para que er. el lenguaje corriente hablemos de lo esencial a pro­ pósito de toda Suerte de cosas, sean o no reales; es que las consideramos com o si lo fueran. Y ello por una razón muy honda: es que aprehendidas por el hombre estas cosas, irreales en sí mismas, producen efectos reales sobre él». (Nota 1) A falta de términos adecuados, he optado por este un tantobárbaro neologismo. Su sentido es muy preciso, y deriva directamente de las palabras de San Francisco: «El m ism o Altísimo me reveló que debía vivir según la forma del Santo Evangelio» (Tes. 14). Esto exige una identificación absoluta con Cristo. No sólo en lo que denom inaremos «fon d o» sobrenatural (gracia, etc.), com o es obli­ gado a todos los cristianos sino en la misma «form a» externa, humana, San Fran­ cisco anhelaba ser un alter Christus. (Nota 2) A continuación presento un bosquejo de lo que podría ser una síntesis de la doctrina de San Francisco sobre la conform idad con Cristo, según los Escritos. Lo inserto, principalmente, com o un ejem plo indicador de lo que puede albergarse detrás del epígrafe «doctrina de San Francisco», que aparece en todos los puntos fundamentales del esquema, sin ulteriores desarrollos, que exceden total­ mente los límites del presente estudio. I.—La doctrina de San Francisco: 1.—La Trinidad. 2.—Dios-Bien-Amor. 3.—Comunicación com o Padre. 4.—Jesucristo. A) E jemplar de todas las cosas. B ) Centro de las criaturas. a) Las criaturas. b ) El hombre — El pecado. — La salvación. — La conversión. — La vida en Cristo. . el cristiano. . el franciscano: misterios de la vida de Cristo, sacramentos. C) El Espíritu Santo y la vida en Cristo. D) Camino hacia el Padre. 5.—Cristiform ismo. (Nota 3) Lo que constituye a una persona en franciscana es su encarnación en Cristo de m odo semejante a San Francisco. El franciscano ha de ser un evangelio viviente. Esto ha de realizarse mediante la asimilación de las «notas» de Cristo en el Evangelio. Estas, en el lenguaje cristiano, se denominan virtudes. (Nota 4) Los catálogos de virtudes que a continuación presento están realizados después de un atento estudio de los Escritos de San Francisco en lo concerniente

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