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ANTONIO PINTOR-RAMOS 309 Representante destacado de esta línea en la interpretación de los presocráticos es K. Joel6, autor de numerosos trabajos, que interpreta la filosofía presocrática como una derivación de la mís­ tica. En lo que toca a la religión, hemos de destacar el grandioso esfuerzo de O. Kern para poner en claro el dificilísimo problema del orfismo 7; habría que aludir también a la gran monografía de Walter F. Otto sobre Dyionysos (1933) y a otros estudiosos, algunos de los cuales volveremos a encontrar. Debemos recordar la que quizá sea la obra reciente más impor­ tante de la tendencia inaugurada por Nietzsche. Nos referimos al trabajo ya famoso de E. ü. Dodds 8 que vuelve a poner de relieve, con una gran erudición filológica, lo que ya habían destacado Nietzsche y Rohde: persistencia a través de toda la historia griega de un elemento de irracionalismo. Quizá el último gran representante de la escuela filológica ale­ mana sea Werner Jaeger. En 1947 publicó en Oxford su obra The Theology of the early greek Philosophers que se iba a hacer muy pronto clásica: «Hace ya mucho tiempo que, bajo la dirección de hombres como Hermann Diels y Ulrich von Willamowitz he co­ menzado a trabajar sobre la filosofía presocrática: ellos me han enseñado a ver en ella una parte integrante del genio griego»9. La idea central de Jaeger va contra la historiografía positivista; quiere substituir la visión de los presocráticos como «científicos» incipien­ tes por una visión que los considera originariamente como «teólo­ gos». Su intento revolucionario, conato de mediar entre dos direc­ ciones extremas, merecería una consideración detallada en todos sus puntos. A nosotros nos basta retener la vinculación estrecha que existe entre los presocráticos y el universo mítico. Podemos afirmar que indudablemente el pensamiento griego es un proceso de racionalización y desmitificación; pero no existe un salto brusco entre el mito y la razón, como creyó el positivismo, ni siquiera una progresiva desmitologización lineal, como quería Nestle; hay altos y bajos y mareas que suben y bajan sucesiva­ mente. 6 . Joel, K., Der Ursprung der Philosophie aus dem Geiste der Mystik. Jena 1903; Geschichte der antiken Philosophie. Tübingen 1921. 7. Kern, O., Orpheus. Berlin 1920; Orphicorum fragmenta. Berlin 1922; Religion der Griechen. Berlin 1926; Die griechische Mysterien der klassischen Zeit. Berlin 1927; Métis und Orpheus. Halle 1939. 8 . Dodds, E. R., The Greeks and the irrational. Berkeley 1951. 9. Jaeger, W., A la naissace de la théologie. Essai sur les présocratiques. Paris 1966, p. 16.

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