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350 EL MITO, HERMENEUTICA Y FILOSOFIA hay que descifrar y que está traducido de modo muy insuficiente en el texto más accesible; para ello se necesita lo que Ricoeur llama «voluntad de sospecha». 5. Es un hecho que el universo mítico no es algo anárquico, sino que existen entre los mitos relaciones mutuas que posibilitan un «análisis estructural» (Lévi-Strauss), una «morfología» (Eliade), una «tipología» (Cassirer, Ricoeur) o una agrupación en «mitolo- gemas» (Kerényi) o en «arquetipos» (Jung). El mito no es una aberración, como pensó apresuradamente el orgullo provincialista del occidente moderno, sino algo que tiene un puesto en la vida humana y en la historia, pues el hombre no ha aprendido aún — y parece que no aprenderá hasta que lle guemos a ese «mundo feliz» que profetizó A. Huxley— a vivir sin buscar respuesta a las cuestiones más radicales. Es urgente acabar con el prejuicio del Siglo de las Luces, todavía vigente, que iden tifica el «mito» con «creación disparatada y fantasmagórica» y re tirar al vocablo el sentido peyorativo que ha ido acumulando a lo largo de la prometeica historia del racionalismo occidental. A ntonio P intor -R amos . Salamanca.
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