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ANTONIO PINTOR-RAMOS 349 CONCLUSIONES ¿Se podrá concluir algo de esta sumaria exposición de las que creemos ser las principales posturas con relieve filosófico frente al mito? Quizá unos puntos muy generales. 1. La reflexión sobre el mito nos ha planteado de soslayo un problema enormemente vasto y necesitado de urgente atención. Casi todos los autores están conformes en señalar como prejuicio del positivismo su intento de reducir la realidad a lo cuantificable científicamente. ¿Con qué instrumentos se puede acercar la refle­ xión a ese mundo enormemente vasto de lo que podríamos deno­ minar «paracientífico»? El romanticismo no es ninguna solución porque es sólo irse de un extremo a otro y cometer el mismo error en sentido contrario; esta es la tarea urgente que tiene que solucionar cualquier reflexión sobre el mito, pues éste indudable­ mente pertenece a ese mundo. No se podrá, por tanto, entender el mito como contrapuesto a la razón y disputando sus derechos, ni siquiera como una fase menos desarrollada de la razón. El mito se encuentra en un nivel distinto y responde a una mayor inme­ diatez vital, abarcando una esfera más amplia que la de la racio­ nalidad científica; justamente la parte menos interesante del mito es aquella que pretendía colmar las lagunas de una racionalidad en su infancia. Esto lo reconoció el propio Lévy-Brühl al final áe su vida y luego una pléyade de autores: Malinowski, Cassirer, Elia- de, Gusdorf, Ricoeur, etc. 2. El mito tiene un sentido que hay que comprender dentro de su propio contexto cultural y social; fuera de él se presenta como una aberración. En ello insistieron, sobre todo, Malinowski y Eliade. La dicotomía «realidad - ficción», en el sentido ordinario, no es por ello aplicable al mito; lo pone de relieve Eliade y, sobre todo, Cencillo. 3. Dentro del mito hay una evolución que obliga a situar cada uno en su propio «nivel» (Cencillo) y los relatos mitológicos — las «mitologías— pertenecen a una época de descomposición. Así Elia­ de, Malinowski, Jensen, etc. 4. El criterio hermenéutico fundamental sigue siendo el del viejo Schelling: «la mitología interpretándose a sí misma». El mi­ tólogo tiene que aprender a leer como se lee un palimpsesto: de­ bajo del texto más visible que transmiten el relato mitológico, el poema o el resto arqueológico, hay un sentido más profundo que 6

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