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A N T O N IO P IN T O R -R A M O S 167 a la lógica pura» con que comienzan las Investigaciones. Lo resu­ m imos rápidamente. El cap. I, «E l tema de la idealidad en los prologómenos» (pp. 25-56), está dedicado a este tema clave. El concepto de idealidad se entiende al plantear el problema de la verdad lógica (corrección formal dentro de un sistema) para buscar luego el paso a la verdad real; si las leyes de la lógica son ideales a ellas sólo pueden corres­ ponder objetos ideales (p. 27). Pero esto no pasa de ser una hipó­ tesis, mientras no se funde en algo más radical; la última palabra la tendrá la evidencia, tema aquí sólo esbozado, que significará «la donación que las cosas hacen de sí m ismas» (p. 48) y que con­ duce a un nuevo planteamiento de las relaciones subjetividad- objetividad que, mediante el concepto de «ideación» ( idierend ), se opone tanto a un nuevo platonismo de las esencias, como al psico- logismo que sólo puede terminar en el subjetivismo, minando así los fundamentos de la ciencia. Ello exige una nueva definición de la subjetividad y de la objetividad que están íntimamente corre­ lacionadas en la evidencia. Si no se puede aceptar ninguna génesis psicológica de los prin­ cipios ideales, estos valdrán a priori; a este tema se dedica el cap. II (pp. 57-74). Toda ciencia tiene que tomar prestado el modelo analítico al que se conforma su formalización. Aquí aparece el concepto de «fenómeno» ( Erscheinung ): «el concepto original de fenómeno es, sin duda, el objeto intuido o, más justamente, lo que aparece o puede aparecer; pero con esta precisión esencial, que es lo que aparece hic et nunc con su sentido y valor propios» (p. 63), es decir, la vivencia. «Fenomenología» será entonces la ciencia de los «fenómenos puros» o, lo que es lo m ismo, análisis inmanente de esencias. Entonces hay que mostrar que la vida psíquica está constituida de tal modo que esencialmente posibilita una compren­ sión de algo distinto de ella m isma; el tema de la correlación sub­ jetividad-objetividad adquirirá su relieve y quedará zanjado gracias a la intencionalidad que, como hemos de ver, tiene en Husserl el sentido de una Sinngebung (donación de sentido), muy distinto del que tenía en Brentano. Es evidente que aquí estamos jugando con términos de raigam­ bre psicológica; la fenomenología sólo se entiende como rectifica­ ción de la «psicología descriptiva», más concretamente de las con­ tribuciones de Brentano, Stumpf, Meignon y sus escuelas. El cap. III está dedicado al paso «De la psicología descriptiva a la fenome­ nología» (pp. 75-100). Husserl distingue ya en 1894 entre Vorstellung y Repräsentation : la primera tiene un contenido concreto e inma

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