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166 LAS «INVESTIGACIONES LOGICAS» DE HUSSERL Schérer define muy bien el carácter de esta obra husserliana cuando afirma que es «una obra que presenta la particularidad de ser ya una obra madura y de estar concebida simultáneamente como un trabajo preparatorio de una tarea todavía a realizar» (p. 16); de este modo, un estudio concienzudo de las Investigaciones será el mejor modo de penetrar en el núcleo del pensamiento husser- liano y, al mismo tiempo, la mejor introducción a las obras de madurez de Husserl; ¿cumple esta obra este doble cometido? Lo iremos viendo. Las Investigaciones presentan notables dificultades. ¿Se trata de una obra unitaria o quizá, como podría parecer a simple vista, son seis estudios yuxtapuestos? La marcha de la obra no es recti­ línea, sino, como dice Schérer, en «zig-zag», llena de distinciones sutiles, de repeticiones e interrupciones. Hay también vacilaciones en el vocabulario que luego desaparecerán en las obras maduras de Husserl. No es nada extraño que su interpretación de conjunto y su enmarcación dentro de la totalidad de la obra husserliana sea problemática. Nos acercamos a este estudio con la esperanza de clarificar algunas de estas cuestiones. La obra está dividida en dos partes, con una «introducción», una «conclusión» y un índice bibliográfico bien escogido. En la «Introducción» (pp. 11-22), el autor se pregunta por qué la fenomenología arranca de una reflexión sobre la lógica y las matemáticas y cree encontrar la respuesta en el hecho de que ellas son las depositarías tradicionales de la idea de verdad; ahora bien, esa verdad es captada por un sujeto y entonces se plantea el pro­ blema de la relación entre subjetividad y objetividad que es lo que pone en marcha la fenomenología (p. 12); en este mismo plan­ teamiento va implícita la discusión con el objetivismo y el psico- logismo. La novedad del planteamiento está en haber llevado el problema de la verdad al nivel de su constitución; «la verdad y su ”en sí” no son, en la objetividad que los caracteriza, seres reales, sino idealidades; y la subjetividad que se los apropia no es el sujeto psicológico..., sino que está definida rigurosamente por miras, actos, vivencias intencionales correlativas con las que ad­ quieren sentido o, en otros términos, se constituyen esas ideali­ dades» (p. 14). «Idealidad», «subjetividad», «vivencia intencional», «sentido»... he aquí en pocas líneas todos los conceptos funda­ mentales de la fenomenología en juego. La primera parte lleva por título «Examen de algunos problemas en el origen de la idea de fenomenología» (pp. 23-100) y está dedi­ cada al estudio de los principales problemas de los «Prologómenos

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