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176 L A S « I N V E S T I G A C I O N E S L O G I C A S » D E H U S S E R L blemas enunciados en los «Prologómenos» alcancen su punto culminante en la última investigación que marca la cúspide en la que desembocan los meandros tortuosos de esta obra: «E l movi­ miento conjunto de las Investigaciones alcanza su fin propio en el punto en que la objetividad del dominio lógico, lejos de seguir siendo un enigma para la subjetividad, se revela como la conse­ cuencia de su modo de aparición, fundada a priori en la esencia m isma de ciertos actos» (p. 310). En la «conclusión» (pp. 319-339) Schérer pone de relieve la ra- dicalidad de la fenomenología que quiere ser una «ciencia estricta»; esto no significa hacer «chapucerías» en el dominio del especialista, sino mostrar que la actitud del científico no es suficientemente radical y admite dogmáticamente unos supuestos que hay que elu­ cidar. De este modo, las Investigaciones se iluminan a base del llamado «tercer período» husserliano, el que arranca de Krisis, y donde los conceptos de reducción y Lebenswelt adquieren un gran relieve. E l retorno a la vivencia y a lo concreto es lo que configura la fenomenología y le da su personalidad propia, tanto frente al empirismo clásico como frente al racionalismo y el trascendenta- lismo kantiano. * "k Esto no pasa de ser un índice detallado del contenido de esta obra. ¿Cóm o clasificarla exactamente? Desde luego no es una «in­ troducción» para el no iniciado; todo lo contrario: es una obra de especialista que exige conocimientos de fenomenología. Tampoco es un «comentario» literal al texto y, menos aún, un estudio crítico sobre el pensamiento de Husserl en su primera gran obra. Se trata más bien de una «glosa» que intenta «repetir» de nuevo la marcha de las Investigaciones a través de los puntos fundamentales. En este sentido, cumple perfectamente su cometido: el ritmo denso, analítico y sinuoso, a veces hasta el fastidio, de las Investigaciones está perfectamente retratado en esta obra. La interpretación es sólida y difícil de atacar, salvo en algún punto parcial; evidente­ mente, Schérer domina el texto glosado al que hace continuas re­ ferencias y no desdeña el recurso a otros textos husserlianos cuando pueden aportar luz sobre algún punto oscuro; se trata de la com ­ prometida tarea de hacer explícito lo que en Husserl está velado y hay que reconocer que el autor sale airoso de su empresa. Se manejan los dos textos que hay de las Investigaciones: el primero de 1900 y la reedición de 1913 con importantes adicciones que res­ ponden al nuevo estadio en que se encontraba Husserl; la con­ frontación es a veces muy instructiva.

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