PS_NyG_1970v017n001p0135_0152

1 50 VISION DE LA FRATERNIDAD es extremadamente cortés, benigno y caritativo. Para crear este ambiente de familia, se exhorta a los frailes a que «se guarden de toda soberbia, vanagloria, envidia, avaricia, cui­ dado y solicitud de este mundo, detracción y murmuración». 2. Con su experiencia del corazón humano, Francisco aborda directamente el caso de las fragilidades y caídas de sus segui­ dores. ¿ Qué comportamiento debe adoptar el Ministro o Guar­ dián en estos casos? Con serenidad, con equilibrio, con com­ prensión. Una sencilla mirada a sus ojos debe reanimar la confianza y posibilitar el encuentro amistoso y fraterno. En el caso de que el religioso se sienta derrotado, la iniciativa de acercamiento debe partir del ministro. Y esto aún en lo que llamamos vulgarmente «casos perdidos», cuando se reincide mil veces en la misma falta. 3. Entre las funciones al servicio de la comunidad se hace refe­ rencia explícita a la visita, la amonestación y la corrección humilde y caritativa. Es un estilo inconfundible de conviven­ cia fraterna que excluye los modales bruscos, las intemperan­ cias y el resentimiento. 4. La titularidad del Ministerio se origina en la voluntad de los frailes manifestada en un sistema de eleccioes. Los cargos son «ad tempus», tiempo que el santo limita a tres años, aun­ que deja abierto un camino de flexibilidad al determinar, a renglón seguido, que puede ser en otro término mayor o menor. 5. Si en opinión de los electores, el Ministro se incapacita para el bien común de la fraternidad, deben elegir a otro. Derechos y deberes son correlativos en el tema autoridad-obe- diencia. A los ministros se les asigna una misión de servicio en un cuadro fraterno de cordialidad y amistad. Los frailes, por su parte, colaboran al orden y al progreso de la comunidad con su obediencia. También se dan normas exigentes a los súbditos: 1. Acuérdense que por amor de Dios negaron sus propias volun­ tades. Este compromiso voluntario de obediencia pone al frai­ le en situación de obedecer en todo lo que prometieron al Señor, con una limitación concreta: «si no es contrario a su alma y a la regla».

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz