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56 REFLEXIONES EN TORNO A LA CRISTOLOGIA. Por consiguiente, tanto Basly como Seiller tienen conciencia de que difieren de Duns Escoto en la terminología. Ellos aceptan como exacta la fórmula «Verbum assumpsit hominem» y saben que Escoto no la acepta. Pero ambos tienen la pretensión de que han seguido a Escoto con fidelidad, pues reproducen el c o n te n id o doctrinal, la línea esencial en que se mueve el p e n s a m ie n to de su Maestro. Esta distinción entre «contenido» y «expresión» verbal o terminología hace brotar inmediatamente un doble problema: a) Qué se quiere decir cuando se habla de «contenido doctrinal» y se le contradis- tingue de la «expresión verbal»; b) por qué motivos Basly-Seiller no mantienen la misma terminología, las mismas formas de expre­ sión que Duns Escoto y vuelven sobre una terminología rechazada por él; c) quién está más acertado en el modo de expresarse. 2. L a f ó r m u la «A s s um p tu s H o m o » y su c o n te n id o . Una distin­ ción entre la fórmula verbal y su contenido puede ser, frecuente­ mente, legítima. En nuestro caso parece que ya el mismo Duns Escoto inicia la distinción cuando señala en qué sentido puede ser tolerada la fórmula «Verbum assumpsit hominem»: El Verbo asu­ mió a este hombre tiene sentido aceptable, entendiendo que el V e r b o a s u m ió to d o lo p o s itiv o q u e h a y e n la n a tu r a le z a h u m a n a y le h a c e a u n o s e r es te h o m b r e 39. Completando el pensamiento de Escoto, Basly y, especialmente, Seiller incluyen dentro del c o n te n id o d o c ­ t r in a l de la fórmula «Assumptus Homo» las siguientes afirmaciones: 1) La realidad humana de Cristo asumida por el Verbo es íntegra y perfectamente hombre, pues nada positivo le falta de lo que cons­ tituye el ser humano. Por el hecho de estar asumido, el Hombre Jesús no carece de ninguna perfección positiva que pueda tener cualquier otro hombre, o el mismo Jesús, si no hubiese sido asumi­ do. 2) La unión hipostática, en cuanto indica la a s u m p c ió n de la naturaleza humana y el hacerla depender hipostáticamente del Ver­ bo, no implica ninguna acción personal-propia del Verbo que no sea producida igualmente por las otras divinas personas. Es decir, que la cristología del «Assumptus Homo» implica también la no- eficiencia del Verbo en la elevación y realización de la unión y su no-eficiencia dinámica propia en el dinamismo de la humanidad asumida. 3) De aquí se sigue la posibilidad y hasta el impulso que en esta teoría se recibe en orden a subrayar la p e r fe c ta a u to n o m ía d in á m ic a y operativa del «Assumptus Homo»: el Hombre Jesús tiene un dominio perfecto y activo sobre sus propios actos humanos, 39. Cf. texto en la pág. 37, nota 7.

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