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4 2 REFLEXIONES EN TORNO A LA CRISTOLOGIA. Padres y de la teología escolástica, permitid que os lo diga humil­ demente, es el año en que Duns Escoto descubrió los amores de Cristo hacia la Trinidad, no sólo como centro de nuestra teología, sino también de la teología creadora de Dios» 18. Esta vivencia e intuición radical de Basly es la que le impulsó a buscar y le ayudó a encontrar en la cristología de Escoto aquellos aspectos que más podían confirmarla y darle solidez teológica. Tenemos, en primer término, la doctrina de Duns Escoto sobre el constitutivo formal de la persona creada; que no consiste en algo positivo sobreañadido a la naturaleza individualizada, sino en la mera negación de la doble dependencia actual y aptitudinal res­ pecto de cualquier otro ser. De aquí se sigue su concepción plena­ mente satisfactoria acerca de la ín te g r a humanidad del Salvador: la naturaleza humana asumida por el Verbo tiene toda la perfec­ ción positiva de que es susceptible cualquier otro hombre no asu­ mido por el Verbo. Ni el mismo Hombre Jesús ha perdido ninguna de las propiedades que El mismo tendría si no hubiese sido elevado a la dependencia hipostática respecto del Verbo. Por eso, y en forma del todo especial el escotismo de Basly-Seiller insiste en la perfecta autonomía psicológica, en la perfecta libertad y dominio activo de sus actos con que la humanidad del Señor despliega toda su actividad; sin que el Verbo la inhiba o mediatice en ninguna forma. Por parte de la persona del Verbo, Basly subraya continuamente, basado en textos de Escoto, el hecho de que la persona, en virtud de la unión, no ejerce causalidad eficiente de ningún género res­ pecto de la naturaleza humana de Jesús que sea acción «propia- exclusiva» del Verbo, sino que siempre ha de decirse común a las tres personas de la Trinidad. Lo único que es propio-exclusivo del Verbo es el hecho de «terminar» sustancial e hipostáticamente la naturaleza humana y darle la última incomunicabilidad. Sin que este t e r m in a r implique ninguna eficiencia que no lo sea del Padre y del Espíritu por igual19. Dentro de estas dos grandes coordenadas le resulta fácil a Basly concebir el misterio de la unión hipostática, especialmente en el aspecto dinámico por él preferido, como un diálogo de amor entre dos sujetos psicológicamente autónomos en despliegue de su acti- 18. C ita d o p o r C risostom o, ChDS ., p . 25; c fr . S e ille r , Un théo log ien sco tiste , p . 11. 19. S o b r e e l c o n c e p to d e p e rs o n a en D u n s E s c o t o v é a se L. S e ille r , La no t ion de p e rsonn e se lon Scot. S o b r e la n o -e ficie n cia d el V e r b o en la e n c a r n a ció n L ’a c t iv ité hum a ine du C h r is t se lon D un s Scot. T a m b ié n B a sly, S co tu s D ocens , p . 162 ss.

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