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436 F E R N A N D O G U IL L E N P R E C K L E R Centrado nuestro argumento, quisiera indicar el carácter de reflexión personal de estas notas, a las que precede la larga y difícil experiencia del «distinguir para unir» mariteniano, a través de los estudios eclesiásticos \ 1. El camino de la razón en filosofía Sin la menor pretensión de ser exhaustivo, voy a proponer algu­ nas generalidades sobre el método filosófico, recurriendo a un ejem ­ plo concreto de itinerario intelectual en esta disciplina: el pro­ puesto por el P. de Finance en la I parte de su «Ethica generalis» 4. Después de haber expuesto en un primer capítulo los datos de la conciencia, respecto al valor moral, en un largo capítulo segundo va comparando los diversos sistemas éticos, con los datos obteni­ dos, hasta llegar por sucesivas exclusiones, a una explicación racio­ nal que satisface la descripción hecha al principio. Creo que el núcleo de tal método se halla en estas palabras: «Norma autem ad quam omnia exigemus erit in primis, ut patet (etsi non unice), ipsa quam modo instituimus moralis conscientiae descriptio. Quaevis interpretatio quae huius datis contradicet seu loco valoris moralis, qualem se nobis imponit, alium sufficiet, vel ex eo solo, eliminanda erit» s. El camino está, pues, bien trazado. En base a la descripción, lo más científica posible, de un fenómeno, vamos formulando di­ versas hipótesis que intentan explicar racionalmente dicho fenó­ meno. Hipótesis, a su vez excluidas o aceptadas, según nos den razón de todos los elementos encontrados en el fenómeno mismo. Observemos también que en otros campos de la filosofía es fre­ cuente partir de una realidad compleja, para hallar la estructura metafísica de la misma (p. e., es normal partir del movimiento, para formular la doctrina del acto y la potencia; del lenguaje para llegar a construir una psicología reflexiva, e t c .)6. 3. Q u ie ro h a ce r n o ta r q u e a lgu n as d e las id e a s cla v e s d e esta s re fle x io n e s , m e fu e r o n s u g erid a s p o r e l P. B e rn a rd o L o n e rg a n , S . I., m o d e lo in sig n e d e in te g ra ció n filo s ó fic o -te o ló g ic a . 4. J. de F inance , E th ica G ene ra lis . R o m a , PU G , 1959. (I P a rs «D e v a lo re m o r a li», p p . 23-166). 5. Ib ., p . 58. 6. P. e. F. O ’F arrell , P rae lec t ion e s de On to log ia . R o m a , PU G , 1958, p p . 154 ss.; A n d ré M arc , P s ico log ía re flex iva . M a d rid , 1969.

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