PS_NyG_1969v016n003p0397_0404

M ED IAC ION EN HEGEL Y CORRE LAC ION EN AMOR R U IB A L 399 del conocimiento: la adquisición, la elaboración y la deducción 4. De nuevo C. Baliñas comenta: «No parece aventurado afirmar que en este punto Amor Ruibal haya recogido tal vez —a través de intermediario que no cita— una inspiración proveniente del tema del proceso dialéctico del espíritu, tan característico de los idealismos absolutos» 5. Este juicio lo confirma Fr. Vázquez con estas palabras: «Sin forzar en ningún momento la fluidez espontánea que caracteriza a todo el sistema de Amor Ruibal, resulta imprescindible el estimar su arquitectura dialéctica-hegeliana. Es sólo un índice o confirma­ ción de su interna organización dialéctica; pero en cuanto índice, reviste ya de matices a su sistema» 6. Aflora aquí una veta más rica que la anterior y que debiera ser explotada plenamente. Pero no la queremos hacer objeto de nues­ tra preocupación principal en este estudio, aunque la tengamos siempre presente. Queda, en efecto, un poco a trasmano respecto del hito principal al que nos dirigimos. Este no es otro que señalar y precisar uno de los conceptos primarios en la filosofía de Hegel, el concepto de mediación — Ver- mittelung — y cotejarlo con otro concepto primario en la filosofía de Amor Ruibal: el de correlación. De esta suerte enfrentamos vital­ mente estos dos grandes sistemas y podemos advertir sus coinci­ dencias y discrepancias. Es muy posible que a la luz de las unas y de las otras nos será dado poder clarificar los problemas filosó­ ficos involucrados en estas nociones primeras y fundamentales. Damos principio a nuestro análisis por la correlación. La cree­ mos más cercana a nosotros. Y podemos, por otra parte, utilizar los valiosos estudios, últimamente publicados sobre la misma. Elja, a su vez, nos ayudará a tomar conciencia de la mediación hegeliana que, aunque también muy estudiada, se hace más esquiva a nuestros métodos de reflexión filosófica. No obstante, nuestra aportación personal, más que en los análisis de estas nociones, consistirá en un esfuerzo por cotejarlas entre sí. Será un nuevo modo de practicar el diálogo entre muertos, pero con saberes muy vivos. Ante todo, es necesario resaltar, como ya se ha hecho, la im­ portancia y la significación que la correlación —otros dicen corre­ latividad — tiene en el sistema del pensador compostelano. Según 4. Cf. Los problemas..., t. VIII, p. 8. 5. O. c., p. 186. 6 . F rancisco V ázquez , La dialéctica, método de la filosofía, Madrid, 1966, p. 272.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz