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37 8 JO SE R IE S C O TERRERO física, Andreas secunda y perfecciona las directrices del Doctor Sutil tales como se hallan expuestas en el Opus Oxoniense. En efecto, ya en el proemio al libro primero, comienza diciendo bajo la autoridad de Aristóteles, que la ciencia metafísica «versatur circa totum ens et signanter circa substantias separatas ut circa nobiliores partes sui subjecti primi» w, razón por la cual esta cien­ cia es la más noble entre las ciencias naturales. En la cuestión primera se plantea el problema del sujeto de la Metafísica en estos términos: «Utrum ens simpliciter sumptum quod est commune Deo et creaturae sit scientiae Metaphysicae sub- jectum primum primilate adaequationis». Antes de emitir su opinión personal, expone el sentido de los términos diciendo que por "ens simpliciter” se entiende el «ens universaHter vel abstracte, secundum quod ens consideratur com- munissime et precisse, in quantum ens et sub precisa et propria ratione entitatis abstrahens a quacumque ratione entis specialis». Por el ens "commune Deo et creaturae", se entiende que Dios cae como parte subjetiva debajo del ente, siendo los diez predica­ mentos la otra parte correlativa. Finalmente, propone si el ente así considerado es "subjectum primum primitate adaequationis” para distinguir esta prioridad de la de perfección o entidad. El sujeto primero con prioridad de perfección, sería aquel sujeto o parte del sujeto que por razón de su excelencia y perfección excede a todos los demás en dicha ciencia considerados. En cambio, primero con prioridad de adecua­ ción es el sujeto que se adecúa a la ciencia, de tal manera que ni la exceda, ni se deje exceder por ella 14. Expuestos así los términos, se pregunta si el ente communissime acceptum, en cuanto que comprende al finito y al infinito, puede ser el sujeto primero con prioridad de adecuación de la Metafísica. Antes de contestar a la pregunta, llama la atención sobre la opinión comúnmente atribuida a Averroes, según la cual Dios y las sustancias separadas serían el sujeto primero de esta ciencia. Andreas reconoce que las sustancias separadas tienen propie­ dades peculiares y, consideradas bajo este aspecto, es decir, en cuanto a todo aquello que les es propio, muy bien podrían ser objeto de una ciencia especulativa distinta, pero este conocimiento no nos es posible a nosotros via sensus, y por esta razón, en cuanto 13. A. A ndreas , Quaestiones super X II libros Metaphysicae. Venetiis, 1523. Proe- mium, lib. I, fol. Ir. 14. A. A ndreas , Obr. cit., I. q. 1, fol. Ir.

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