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E L PROBLEM A DEL SER EN LA E SC U E L A F R AN C ISC A N A 39 5 que sea primo notum ya que contiene todas las verdades inme­ diatas, y por esta razón, como dice el Filósofo, «praesupponitur de ipso quid est et quia est»; y, finalmente, que tenga principios nó precisamente en cuanto al ser, sino en cuanto al conocer55. Así entendida la razón formal del sujeto, infiere G. Hispano, que ninguna ciencia natural, considerada en toda su amplitud, puede tener sujeto propio secundum propriam rationem subjecti, porque a una misma ciencia así considerada, pertenecen muchas esencias diferentes en género y especie, cada una de las cuales contiene virtualiler sus propias pasiones; pero ninguna considerada per se, puede contener en el orden del ser y, consiguientemente, tampoco en el orden del conocer, todas las demás. No hay, pues, una natu­ raleza que pueda ser medio propter quid para conocer todas las esencias, en dicha ciencia consideradas, ó lo que es lo mismo, todas las verdades per se de dicha ciencia. Determinadas así la razón formal del sujeto y las condiciones en que dicho sujeto puede darse, infiere, como lógica consecuencia, que el sujeto de la Metafísica no puede ser otro que el ens simpliciter, común unívoco con univocidad de analogía a Dios y a la criatura, a la sustancia y al accidente, porque siendo las primeras pasiones, trascendentales y comunísimas a todos los seres, nada, fuera del ente así concebido, puede contenerlas virtualiler «et ideo in prima philosophia cujus passiones primae sunt transcendentes et commu- nissimae ómnibus rebus nihil potest adaequate eas continere vir- tualiter nisi communissimum, ac ideo ponitur subjectum primum, ens simpliciter, id est, ens ex natura rei in quantum ens quod scili- cet est commune univocum univocatione analogiae deo et creaturae, substantiae et accidenti»56. Para G. Hispano, la univocidad del sujeto de la ciencia no exclu­ ye la analogía «vera enim univocatio stat cum analogia», opinión que refuerza con la autoridad de Averroes, al afirmar en el I de Anima, Cmto. 78 y en el IV Metaphys., Cmto. 2, que el ens ni es equívoco en sentido propio, ni es unívoco en sentido estricto, «cum dicit quod ens non est aequivocum ut canis, nec univocum ut ani­ mal, relinquitur quod sit univocum analogum»57. Resumiendo cuanto llevamos dicho, la razón formal y propia del sujeto de una ciencia consiste, según G. Hispano, en contener virtua- liter primo todas las verdades de la ciencia o, cuando menos, las 55. G ometius H ispanus , O br. y lug. cit. 56. G ometius H ispanus , O br. cit., a. 2, fo l. 68r. 57. G ometius H ispanus , O br. y lug. cit.

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