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380 JO S E R IE S C O TERRERO 3.a) «Ens commune Deo et creaturae est subjectum primum Me- taphysicae scientiae et haec conclusio est directe ad quaestionem». Para probar esta conclusión recurre primero a la autoridad de Aristóteles y de Averroes, y a continuación añade, entre otras, esta argumentación: El sujeto de una ciencia es aquél cuyas propieda­ des per se primo se consideran en dicha ciencia. Ahora bien, las propiedades que per se considera la Metafísica son el unum, el ve- rum, el bonum, el actus y la potencia, que per se primo no son de ningún inferior al ente; son del ente en cuanto ente. Necesariamente se ha de concluir, que el sujeto de la Metafísica es el ente. En la contestación a las objeciones confirma esta misma doc­ trina, pero conviene que fijemos la atención en algo que es peculiar en Andreas, a saber, en el doble aspecto bajo el cual las sustancias separadas son consideradas en la Metafísica. El estudio de las sustancias separadas no pertenece a ninguna ciencia particular, pues ni son móviles ni son cuantas. En cuanto que prescinden de toda determinación, su estudio pertenece a la Metafísica. Pero, además, son consideradas en dicha ciencia como causas de su sujeto. Así, pues, en cuanto principios del sujeto, no son consideradas como sujeto sino como causas «Consimiliter est in proposito, nam circa causas altissimas est consideratio hujus scientiae [Metaphysicae] cujusmodi sunt substantiae immateriales non tanquam circa subjectum principale... sed tanquam principia et causas subjecti» 18. En cambio, en cuanto que son los seres más nobles, puesto que abstraen secundum esse del movimiento y de la cuantidad, perte­ necen a la Metafísica como partes principales del sujeto «Unde in ista scientia non solum considerantur [sustantiae separatae] tan­ quam causae sui subjecti; sed tanquam principales partes sub­ jecti» l9. De todo lo cual se infiere que, según Andreas, el sujeto primero y adecuado de la Metafísica es el ente común unívoco a Dios y a la criatura. Las sustancias separadas son consideradas en ella, no co­ mo sujeto primero, sino como causas o principios del sujeto y, al mismo tiempo, como partes principales del mismo. 18. A. A ndreas , O br. cit., I, q. 1, fol. 3v. 19. A. A ndreas , O br. y lug cit.

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