PS_NyG_1969v016n002p0251_0271

ANGEL NOGUEIRA 2 5 7 deficiente desde el momento que no conduce a todos los individuos a una madurez personal, capaz de posibilitarles para elegir libre­ mente su vocación. — Un 96% dice que el c on c ep to del am o r humano, de la mujer y del matrimonio, se les ha presentado en forma negativa, poco objetiva, o se ha evitado el problema; la mujer es una criatura que necesitamos ignorar en nuestra vida. — Otros hacen referencia a que los superiores no tratan de crear en el individuo el sentido de la respon sab ilidad : no la educan, no dejan la libertad suficiente, para que pueda formarse; no estamos preparados para la elección personal, porque son ellos los que siempre eligen por nosotros; la formación consiste más en obser­ vancias externas que en dar una verdadera respuesta a los proble­ mas vocacionales; no han sabido darnos convicciones sólidas, no favorecen la verdadera reflexión personal; monotonía e inmovilidad de nuestra vida... Se refieren a esta serie de problemas un 32%. — También un 32% enjuicia la vida de piedad : concepto abs­ tracto de Dios, forma poco apta en que se hace la meditación, el poquísimo influ jo de la dirección espiritual. — Un 20% indica que les han presentado una visión negativa del mundo actual: abandona de la educación del hombre; educación física insuficiente; concepto de inferioridad frente a los jóvenes de su edad. T odo esto creo que es suficiente para dar una idea del ambiente cultural en que se encuentran estos sujetos. El estudio que, a continuación, vendrá, será una comparación con la muestra normal de Renzi. Pero nuestra comparación se hace con el grupo de los 100 universitarios, ya que es éste, pensamos, el grupo más aproximado culturalmente al nuestro. C) A n á l is is c o m p a r a t iv o d e c a d a u n o d e i . o s f a c t o r e s DE I. RORSCIIACH. Varias veces hemos aludido ya al estudio realizado por Renzi y su equipo de colaboradores por creerlo útil com o punto de referen­ cia. Anteriormente hemos examinado la representatividad de su muestra, y su distribución según la edad, el sexo y la cultura. De­ cíamos que esta última era grandemente influyente en algunos de los factores del Rorschach. Por lo mismo, hacemos nuestro estudio comparativo precisamente con el grupo de universitarios, para con ­ 7

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz