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244 E L H A M B R E E N E L M U N D O D E N U E S T R O S D IA S industrial: procuran no crear industrias básicas para el desarrollo, sino otro tipo de industrias, en las que bajo patentes, licencias, etc., vuelve casi toda la ganancia al país inversor: de ahí la gran deuda pública de tantos países que los hace cada vez más dependientes de los poderosos. De esta serie de hechos y observaciones — aquí muy sintetiza­ das— se coligen tres consecuencias: 1) Estos países jóvenes, que intentan huir de la miseria, han menester una progresiva industria­ lización, mayor red de vías de comunicación para acelerar el mer­ cado de sus productos, mayor número de escuelas, universidades, locales sanitarios, edificios para la administración, etc. 2) Para este gran volumen de realizaciones necesitan dinero, mucho dinero, del que actualmente no disponen. Imprescindible les resulta una ayuda monetaria extranjera. 3) Cierto tipo de ayuda y de negocios, como los mencionados, los hunden más y más; cuan­ do al contrario, lo que convendría es que el dinero permaneciese en los países ayudados y fructificase en ellos y para ellos. De todo lo cual se desprende la conclusión definitiva: Requiérese la cola­ boración a escala mundial en la financiación del progreso: es la forma más adecuada (y quizá la única eficaz) para vencer la mise­ ria y el hambre en el mundo. Esta colaboración debería abrazarse como obligatoria más o menos en conciencia por todos los países que puedan ayudar; se llevaría a cabo por medio de un Fondo mundial «alimentado con una parte de los gastos militares, a fin de ayudar a los más desheredados. Esto que vale para la lucha inmediata contra la miseria, vale igualmente a escala del desarrollo. Sólo una colaboración mundial, de la cual un fondo común sería al m ismo tiempo símbolo e instrumento, permitiría superar las rivalidades estériles y suscitar un diálogo pacífico y fecundo entre todos los pueblos» w. ¡ Cuán sabia es esta directriz de S. S. Pablo V I! En las rela cion es com ercia les. Este apartado podría incluirse como un aspecto del anterior; pero reviste peculiar importancia, pues a pesar de la buena voluntad de ayudas y solidaridad universal, si no se corrigen los abusos que actualmente soportan las naciones subdesarrolladas en cuanto a las relaciones comerciales, todos los planes se vendrían abajo al faltar una base tan importante. 14. Populorum Progressio, n. 51.

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