PS_NyG_1969v016n002p0215_0250

P E L A YO DE ZAM AYON 243 neficios por tales conceptos altísimos, de manera que superan con creces las ayudas que prestan. De modo que una parte importante de los capitales aportados a los países subdesarrollados es com ­ pensada por la repatriación de enormes sumas en forma de intereses o ganancias. Entre 1950 y 1961, de una afluencia de 47.400 millones de dólares ha vuelto a los países ricos una suma de 20.009 millones de los m ismos. La peor parada es Iberoamérica: durante esa mismo período los capitales extranjeros entrados en ese continente se ele­ vaban a 9.600 millones de dólares, mientras que las sumas repatria­ das se elevaron a 13.400 millones. Lo que viene a demostrar que son los países pobres los que prácticamente están financiando a los ricos; y todo bajo la obscura máscara de ayuda generosa a las naciones subdesarrolladas. Francia, por ejemplo, contribuyó con una ayuda a los subde­ sarrollados; pero vino a percibir de los países socorridos unos 6.104 millones de francos: como la ayuda total — pública y privada— era de 7.000 millones, a la diferencia de esas dos cantidades se redujo la irrisoria ayuda. Por consiguiente estas formas de ayudar resultan totalmente nulas para el desarrollo, conducen a una despiadada explotación de los países ayudados, a un control de sus medios de producción bajo el objetivo del mayor beneficio. Para que se vea mejor la veracidad de estas afirmaciones, examínense las inversiones de Estados Uni­ dos en Iberoamérica: D istribu ción de las in v ersion es privadas d irecta s d e EE . UU. en Ib er oam é rica en 1959. (Total 8.210 millones de dólares): — En petróleo y minería .................... 51 % del total — En servicios públicos .............................. 13 % » — En actividades comerciales ........... 8 % » — En actividades no específicas ..... 11 % » — En la industria ...................................... 11 % » A veces también los países desarrollados con sus inversiones crean en las economías de los países socorridos ciertos círculos o cuerpos extraños a una sana economía y desenvolvimiento del país que en nada les beneficia. Esto acontece, sobre todo, en el campo 13. Cfr. Z amora , F., La sociedad económica moderna. Tom ado de García Delgado, J. L., Comentario a la "Populorum Progressio", Cuadernos para el Diálogo, Madrid, 1967, p. 155.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz