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ANTONIO PINTOR-RAMOS 1 9 7 Veamos ahora, siquiera sea esquemáticamente, los caracteres que Scheler atribuye al saber filosófico: 1. Una actitud amorosa hacia los objetos, que debe sustituir a toda actitud apetitiva e instintiva, propia del saber científico de dominio de la naturaleza. 2. De este modo es como se logra prescindir del ser-aquí-ahora de los fenómenos, es decir, del carácter de realidad de las cosas, puesto por la cosmovisión natural. 3. Los conocimientos filosóficos no son independientes de toda experiencia, pero sí de la experiencia inductiva y, una vez adqui­ ridos, valen «a priori», en el sentido que veremos. No es necesario que sean universalmente accesibles; de hecho puede ser que en un momento determinado sean accesibles solamente a una persona, sin que ello prejuzgue nada de su realidad; lo que es histórico es su descubrimiento, pero no ellos mismos. 4. Estos conocimientos limitan hacia abajo la esfera de cada ciencia concreta y le dan los supuestos de su investigación; hacia arriba son «ventanas abiertas al Absoluto», terminología hegeliana que en Scheler quiere decir que todas las ciencias están ordenadas según una escala jerárquica y referidas en último término a la ciencia suprema. En la antigüedad la filosofía era la reina autónoma de las cien­ cias; con el advenimiento del cristianismo siguió conservando esa dignidad y además adquirió la nueva de «ancilla theologiae». Hoy «ha llegado, finalmente, a un estado que representa más o menos justamente lo contrario de lo que se expresaba en la doble exigencia de la antigua idea de filosofía; la idea de ser s im u ltá n e a m e n te libre servidora de la fe (como su principal dignidad) y reina de las ciencias (como su segunda dignidad). De "libre servidora de la fe" se hizo durante largo tiempo usurpadora de la fe y, al mismo tiempo, a n c illa s c ie n t ia r u m ... Esto representa la subversión más profunda, más penetrante y más rica en consecuencia de las v e r d a d e ra s re la c io n e s a que había podido llegar la cultura espiritual europea... En rigor, Gesellschaft (vol. 8 de las Gesammelte Werke). 2 ed. Franke - Verlag, Bern, 1960. Para Io referente a la posición de Dilthey puede verse su trabajo Acerca del origen y legitimidad de nuestra conciencia de la realidad del mundo exterior, en Dilthey, W., Psicología y teoría del conocimiento. Trad. de E. Imaz. Fondo de Cultura E co­ nóm ica, México, 1945, pp. 153-201.

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