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ANTOKIO PINTOR-RAMOS 191 turo profesor de Colonia figurase pronto entre los nombres claves de la fenomenología. ¿ Es suficiente remitir a la fenomenología para el encuadramiento sistemático del pensamiento de nuestro filósofo? No lo parece desde el momento en que el programa de presentación oficial que figuraba al frente del primer número de su órgano, el J a h r b u c h f ü r P h ilo s o p h ie u n d p h ä n o m e n o lo g is c h e F o rs c h u n g , fir­ mado conjuntamente por E. Husserl, M. Scheler, A. Reinach, A. Pfänder y M. Geiger, se podían leer frases como éstas: «Es ist nicht ein Schulsystem, das die Herausgeber verbin­ det, und das gar bei allen künftigen Mitarbeitern vorausge­ setzt werden soll; was sie vereint, ist vielmehr die gemeinsa­ me Überzeugung, dass nur der Rückgang auf die aus ihr zu schöpfenden Wesenseinsichten die grossen Traditionen der Philosophie nach Begriffen und Problemen auszuwerten sind, dass nur auf diesem Wege die Begriffe intuitiv geklärt, die Probleme auf intuitiven Grunde neu gestellt und dann auch prinzipiell gelöst werden können. Sie sind der gemeinsamen Überzeugung, dass der Phänomenologie ein unendliches Feld streng wissenschaftlicher und höchst folgenreicher Forschung eigentümlich ist, das, wie für die Philosophie selbst, so für Wissenschaften, fruchtbar gemacht werden muss. Wo immer Prinzipielles in ihnen Frage steht». No lo parece desde el momento en que Husserl no estaba nada conforme con la manera que tenía Scheler de usar la fenomenolo­ gía; un día, después de haber charlado ambos durante un largo espacio sobre la intuición, Husserl, con esa franqueza que le ca­ racterizaba, dijo a Scheler: le considero a usted un pensador su­ mamente agudo, pero de fenomenología no entiende ni una pala­ bra 3. Por su parte, Scheler tiene mucho cuidado de dejar claras sus diferencias con Husserl y de reclamar para sí la responsabili­ dad de los resultados y el uso del método fenomenológico 4. Oiga­ mos a Scheler: «No existe una "escuela” fenomenológica que pueda pre­ sentar unas conclusiones generalmente aceptadas, sino tan sólo un grupo de investigadores que tienen una actitud y 3. Dato recogido en L lambias de A zevedo , J., Max Scheler. Exposición sistemá­ tica y evolutiva ele su filosofía. Nova, Buenos Aires, 1967, p. 25. 4. Cfr., a título de ejem plo, Der Formalismus in der Ethik und die materiale Wertethik (vol. II de las Gesammelte Werke). 4 ed. Francke - Verlag, Bern, 1954, p. 11.

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