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gicamente el uso de textos del filósofo sin fijarme antes en si per­ tenecen a uno u otro período de su vida; al que le parezca que esto no se puede hacer, me limitaré a recordarle que es una cues­ tión muy discutida entre los tratadistas más autorizados del gran fenomenólogo alemán y, por tanto, parece que, al menos m e to d o ­ ló g ic a m e n te , es lícito este modo de proceder; no podría justificarlo aquí in e x te n s o . Dejaré hablar preferentemente a Scheler y me li­ mitaré a poner de mi parte lo mínimo indispensable para hacer inteligibles los textos, o para resumir otros cuya cita literal sería demasiado enfarragosa. Creo que esto no carece de interés: es un punto olvidado con frecuencia, pero indispensable, si se quiere comprender un poco lo que significa el movimiento fenomenológico y, más en concreto, el pensamiento de Scheler; algunos textos uti­ lizados han sido poco trabajados, todos ellos se encuentran dise­ minados en la frondosa selva del pensamiento scheleriano, en la cual todavía no están bien marcados los caminos para no perderse. Así, pues, me limito a presentar a la meditación filosófica unos tex­ tos del ilustre filósofo sobre los principales temas gnoseológicos y fenomenológicos agitados en su obra, en espera de que alguien con más competencia se decida a ofrecernos el trabajo sistemático y definitivo sobre estos temas, trabajo importante y necesario den­ tro de la literatura sobre el fenomenólogo germano. I.— CONCEPTOS GENERALES El problema del método filosófico atrajo la temprana atención de Max Scheler; le dedicó su H a b ilit a t io n s s c h r if t bajo la dirección de R. Eucken 2, sin que entonces lograse una solución del todo satisfactoria. El año 1901 (Scheler había nacido en 1874), en una reunión de los colaboradores de los K a n t-S tu d ie n en Halle, Scheler se entrevistó personalmente con Husserl, que acababa de editar el primer tomo de las L o g is c h e J J n te rsu ch u n g en y trabajaba activa­ mente en el segundo. Una conversación entre ambos ganó al joven profesor Scheler para las filas del incipiente movimiento fenome­ nológico, sobre todo, a partir de 1907 en que es trasladado de la Universidad de Jena a Munich, para entrar en contacto con el gru­ po de jóvenes fenomenólogos agrupados en torno al profesor Lipps. Una serie de importantes y brillantes escritos hicieron que el fu­ 190 FENOMENOLOGIA Y GNOSEOLOGIA, SEGUN MAX SCHELER 3. S cheler , M., Die transzendentale lind die psychologische Methode. Verlag Dürr, Jena, 1900.

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