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ANTONIO PINTOR-RAMOS 2 0 7 in a c c e s ib le s al entendimiento; ante ellos, éste se muestra tan ciego como la oreja o el oído frente a los colores; tal modo de experiencia nos pone a u té n tic a m e n te en presencia de hechos objetivos y del orden eterno que los une entre sí; esos objetos son los v a lo re s y ese orden eterno es la jerarquía axiológica. El orden y las leyes que rigen en esta esfera están tan deter­ minados, son tan exactos y discernibles como las leyes de la lógica o de las matemáticas» 4I. Todos estos actos son intencionales, dicen relación a algo dis­ tinto de ellos mismos 42; se podrá calibrar la enorme importancia que tiene este hecho, si pensamos en que de aquí se derivará toda la doctrina de los valores, que Scheler aplicó a los más vastos cam­ pos de la filosofía, desde la gnoseología o la psicología hasta la meta­ física o la filosofía de la religión. Si tenemos presente esto, no nos debe extrañar que Scheler haya afirmado que «una filosofía que desconoce tan rotundamente y niega aprio- rísticamente la pretensión de transcendencia que poseen todos los actos no lógicos... se ha condenado ya a sí misma a una ceguera absoluta para toda la múltiple riqueza de conexiones objetivas, distintas a las accesibles por los actos intelectuales del espíritu; se podría comparar tal filosofía a un hombre que, teniendo unos ojos sanos, los cerrara, con el fin de no percibir los colores más que con los oídos o el olfato» 4\ Scheler ha insistido en la distinción entre «el sentir intencional de algo» y los meros «estados sentimentales» que no serían inten­ cionales 44. El ha defendido con brillantez la tesis, de raigambre agustiniana, de la primacía del amor sobre el conocimiento; todo conocimiento supone un acto de amor previo, y el conocer puro, que es el filosófico, supone también un acto de amor puro y des­ interesado a la realidad. En este punto, su pensamiento es inequí­ voco, como podemos comprobar con un solo ejemplo escogido casi al azar: «antes que ens c o g ita n s o ens v o le n s el hombre es un ens am a n s . La riqueza, las gradaciones, la diferenciación, la fuerza 41. Der Formalismus, p. 269. 42. Ib., 270, 271. 43. Ordo amoris, p. 366. 44. Der Formalismus, p. 269.

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