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ANTONIO PINTOR-RAMOS 205 o de ambos a la vez. En una palabra, es el problema de cómo entra el sujeto en relación con el objeto. Para Scheler es evidente — ya lo hemos visto al hablar de las evidencias fundamentales en las que se debe basar toda filosofía— que todo objeto posee una esencia y una existencia y que ambas cosas son separables. La existencia concreta, piensa el filósofo, queda fuera de toda posible relación de saber y no es accesible al conocimiento 33; éste, por el contrario, apunta siempre al ser así ( S o s e in ), a la esencia del objeto, que es lo accesible a la mirada fenomenològica, con lo cual la esencia puede pasar a ser inmanente a la conciencia sin dejar por ello de existir e x tr a m e n te m . En última instancia, el determinante es el auto-don por parte del objeto; en última instancia, la verdad propiamente dicha sólo puede existir en el conocimiento cuando la esencia inmanente a la conciencia coincide con la vivencia; ahora bien, esa esencia misma es un doble, un reflejo de lo que es la esencia del objeto independientemente de toda relación cognoscitiva. La relación entre el acto cognoscitivo y el objeto es una relación inmediata que nunca podrá ser adecuada­ mente explicada como una relación causal: «todo ser-así («accidental» o «esencial») puede ser fundamen­ talmente él mismo in m a n e n te al saber y a la conciencia, puede é l m is m o morar en la conciencia en forma idéntica a como él está más allá de la conciencia... Empero, ja m á s podrá serlo la e x is te n c ia , que, al contrario, sigue siendo, necesariamente por su esencia, tra n s c e n d e n te al saber y a la conciencia, a je n a a la conciencia y al saber e in d e p e n d ie n te de los mismos... O sea, que el ser-así y la existencia de todo objeto posible son s e p a ra b le s en relación con el posible ser ” in m e n te ” . El ser-así p u e d e s e r «in mente», y por cierto que lo es en el conocimiento evidente del ser-así, por lo tanto exclusión hecha del error y el engaño; la existencia, jamás» x . «La realidad es íransinteligible para todo espíritu cognos- c e n te p o s ib le . Sólo el q u é de la existencia, no la e x is te n c ia del qué es inteligible» 37. Planteado así el problema, ya no tiene carácter aporético el dilema de idealismo de la conciencia o realismo crítico en el que 35. Cfr. Ib., p. 13. 36. El saber y la cultura, pp. 174-175. 37. Idealismo - Realismo, p. 36.

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