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204 FENOMENOLOGIA Y GNOSEOLOGIA, SEGUN MAX SCHELER Esta caracteriación es todavía independiente de cualquier interpre­ tación que se dé del problema de la intencionalidad; estas inter­ pretaciones van desde un realismo extremo hasta un idealismo de tipo platónico que llegaría a admitir como realidades consistentes en sí mismas los números, los objetos ideales, etc. La doctrina de la intencionalidad, no es arriesgado decirlo, informa todo el sistema scheleriano 33; sin ella sería perfectamente ininteligible la cons­ trucción de la ética material de los valores, en ella se funda su doctrina de la comunidad y de la sociedad, la fenomenología del mundo emocional e incluso la filosofía de la religión desarrollada por Scheler no se podría sostener sin este fundamento. En Husserl la intencionalidad lleva a conclusiones idealistas en el sentido de que, si bien no es el sujeto el que pone el objeto en sí mismo como en el idealismo de cuño clásico, es al menos el constituyente de o b je tiv id a d , ya que únicamente por la intenciona­ lidad la cosa pura pasa a ser también objeto. Scheler, sin embargo, irá por otro camino. Por la intencionalidad la persona trasciende los límites de sí misma y puede abrirse al otro: «toda intención, en general, y por consiguiente también la percepción, la representación, el recuerdo, el sentir del valor y toda posición de fines y objetivos, " s e ñ a la n m á s a llá ” del acto y del contenido del acto, tie n d e n a algo ajeno al acto, aún en el caso en que lo pensado mismo sea a su vez pensa­ miento. " In t e n t io ” significa justamente un movimiento apun­ tando a algo que uno mismo no "tiene”, o que se "tiene” sólo parcial e imperfectamente» M. Si el conocer es un contacto entre el sujeto cognoscente y el objeto conocido en la vivencia, entonces es que el objeto conocido debe entrar de algún modo en el sujeto que conoce. Es un hecho fenomenológico muy elemental que todo conocimiento supone un sujeto que conoce, un objeto a conocer y una relación entre ambos; es precisamente esta relación entre los dos la que es intencional. Pero esto, aún siendo cierto, no es suficiente, porque entonces se plantea la cuestión de si la posición intencional del objeto supone una determinación de éste por el sujeto, más bien de éste por aquél, 33. Para una primera aproximación al tema puede ser útil: C ruz H ernández , M., La doctrina de la intencionalidad en la fenomenología. Acta Salmanticensia, Filoso­ fía y Letras, v. X IV , 2. Universidad de Salamanca, 1958, sobre todo pp. 83-116. 34. Idealismo - Realismo, p. 16.

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