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ANTONIO PINTOR-RAMOS 199 una persona humana finita en lo esencial de todas las cosas posibles» )9. Para salir del mundo de la «Wcltanschauung» natural y llegar al conocimiento filosófico se exigen una serie de actos morales básicos: 1) El amor ( L ie b e ) de toda la persona espiritual al valor y al ser absolutos, rompiendo así el egocentrismo de la cosmovi- sión natural que nos encierra en un mundo circundante ( U m w e lt ) relativo; 2 ) la humillación (V e r d e m ü tig u n g ) del yo natural, gracias a la cual podemos entregarnos al conocimiento del absoluto; 3) el autodominio ( S e lb s tb e h e rrs c h u n g ) y control de los instintos para así poder hacer zxo'/y¡ del carácter de realidad de las cosas. Dupuy relaciona certeramente las cualidades que Scheler exige de la re­ flexión filosófica y su crítica del hombre burgués moderno (estudios sobre el resentimiento); son precisamente las cualidades genuina- mente filosóficas las que brillan por su ausencia en el hombre moderno M. Es imposible hacer una filosofía sin tener antes unas convic­ ciones previas, aunque nos empeñemos en decir lo contrario, y en realidad toda la filosofía se podría definir por una convicción básica. Scheler, en estrecha relación con los tres actos morales que acabamos de ver, cree que hay tres evidencias que él llama funda­ mentales y que deben ser reconocidas por todo filósofo que se pre­ cie. La primera será que «algo es absolutamente» o, dicho de otro modo, que «la nada no es»; no se trata tan sólo de una evidencia intelectual, sino de una posibilidad que hay que vivir: es el hom­ bre humilde que se admira de que su propio no-ser no sea. La Segunda evidencia es que hay un Ser abosluto del que dependen todos los demás seres no absolutos; Scheler evita llamarle Dios, no porque sus atributos no le convengan, sino porque el concepto de Dios supone muchas cosas que, según él, no son accesibles filosó­ ficamente; el único modo de esquivar esta evidencia es caer en la idolatría de absolutizar lo relativo. La tercera evidencia es que todo lo existente posee una esencia (Sosein) y una existencia (Da- sein) y que ambas cosas son separables; esta tesis, lo hemos de ver, tiene una enorme transcendencia en el pensamiento gnoseoló- gico de Scheler 21. 19. Ib. 20. Dupuy, M., La philosophie de Max Scheler. Son évolution et son unité. P.U.F. Paris, 1959, p. 293. Cfr. S cheler , M., Das Ressentiment im Aufbau der Moralen, en Vom Umsturz der Werte (Vol. 3 de las Gesammelte Werke). 4. ed. Franke - Verlag, Bern, 1955, pp. 33-147. 21. Cfr. Vom Wesen der Philosophie..., pp. 92-96.

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