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S A N T O S G O N Z A L E Z D E C A R R E A 1 7 5 2) Sólo deben ser abandonados aquellos elementos míticos que no afectan a afirmaciones propiamente salvíficas. 3) El mito es la forma ajustada e imprescindible en que se ex­ presan siempre, en cualquier época de la historia, las verdades reli­ giosas. Por lo mismo, es imposible una verdadera y total desmito- logización. 4 El mito tiene un sentido prefigurativo en orden a la revelación. Lo que él apunta com o presentimiento, lo ha realizado y cumplido plenamente la revelación de Cristo. 5) Con el evangelio ha sido desenmascarado y superado el mito, que es una forma de expresión del hombre caído. 6) En oposición a esta última tesis, pero suponiendo una idea semejante de la relación entre mito y acontecer salvifico, está la posición de R. Prenter: El anuncio de salvación debe ser «remito- logizado». La discusión sobre la presencia en concreto de mitos y elementos m itológicos en los escritos del NT. no ha sido abordada, que sepa­ mos, de forma completa y sistemática. La postura crítico-histórica de Bultmann ha sido tenida en cuenta en los grandes comentarios sobre libros diversos del NT., sobre todo para los evangelios sinóp­ ticos, cartas de Pablo y evangelio de Juan. La controversia más aguda se ha suscitado en torno a la presencia de elementos gnós­ ticos. Se podrían distinguir, simplificando mucho las posiciones, tres actitudes principales. Una que se puede llamar p r o g n ò stic a , que es claramente favorable a la admisión de elementos gnósticos, muchos de ellos de carácter m itológico, en los escritos neotesta- mentarios. Como ejemp lo de una posición moderada, crítica y abier­ ta en este punto cito el comentario a la carta a los Efesios de H. Schlier ‘1<’. La forma extremosa de esta actitud está representada por Bultmann y recientemente por W. Schmithals, que ve el influ jo de la gnosis en casi todas las páginas del NT. 47. Una segunda actitud se podría designar sapiencia l : sin negar la presencia de algunos elementos o conceptos gnósticos, piensa que el influjo mayor debe atribuirse a las especulaciones del judaís- 46. Der Brief an die Epheser. Ein Kommentar, 1962. 47. W. Schmithals, Die Gnosis in Korinth 2, 1965; Die Häretiker in Galalien, en Zeitschrift für neutestamentliche Wissenschaft 47 (1956) 25-67; Die Irrlehrer des Philipperbriefes, en Zeitschrift für Theologie und Kirche 54 (1957) 297-341; Das kirchliche Apostelamt, 1961.

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