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S A N T O S G O N Z A L E Z D E C A R R E A 1 7 3 líptica judía determina el m odo de conceb ir y expresar la escato- logía neotestamentaria, elemento importante de la comunidad pri­ mitiva y del mismo mensaje de Jesús. En cuanto a la presentación de la figura de Cristo, es decisivo su influjo en la concepción de Jesús com o h ijo del h om b r e , asignándole así una función importan­ tísima en el acontecer escatológico e influyendo, sin duda, en la idea de su preexistencia. 3) E l m ito gn ó stic o del red en to r y, en general, el movimiento gnóstico, la gnosis, realidad difusa e imprecisa, pero que se la siente presente en las comunidades judío-helenísticas y pagano-helenísticas. No sólo influye la gnosis a través de su concepción dualista, sino sobre todo a través del mito del redentor, con sus tres momentos principales: preexistencia junto a Dios com o ser divino, descenso al mundo de la materia en función redentora y ascenso a la gloria del Padre. PRINCIPALES REACCIONES ANTE LAS TESIS BULTMANNIANAS No creo exagerado afirmar que el escrito programático del año 1941 ha suscitado una de las reacciones más vivas e interesantes de la historia teológica moderna. Dentro del protestantismo ha cons­ tituido una auténtica revolución. Y con razón se habla de la «era bultmanniana y posbultmanniana» 40. Los frentes están muy divi­ didos. Los llamados teólogos ortodoxos protestantes se han opuesto decididamente a Bultmann, considerándolo com o destructor de la verdadera fe cristiana. En último análisis es la idea y el contenido de la fe lo que está en discusión. Ba jo este aspecto, la posición de un teólogo tan representativo com o K. Barth es totalmente contra­ ria a las principales tesis bultmannianas 41. Por el contrario, un nú­ mero elevado de influyentes teólogos protestantes, en su mayor par­ te discípulos de Bultmann, se han adherido claramente a las posi­ ciones básicas del anciano profesor de Marburg. Están en esta línea nombres tan prestigiosos com o los de Gogarten, Fuchs, Bornkamm, Braun 42. Tal vez se puede hablar de un tercer grupo, que admite 40. Vease J. M. Robinson, A new Quest of the historical Jesus, 1959. 41. K. Barth, Rudolph Bultmann. Ein Versuch, ihn zu verstehen, 1952; Kirliche Dogmatik III/2, pp. 531-537. 42. F. G ogarten, Entmythologisierung und Kirche, 1954; E. Fuchs, Hermeneutik, 1958, pp. 47-62. 166-176; Zum hermeneutischen Problem. Gesammelte Aufsätze f, 1959;

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