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172 P E N S A M IE N T O Y E X P R E S IO N M IT IC O S E N E L N . T . de endemoniados, historia de la pasión (Me 15, 33. 38-39; Mt 27, 51-53). Pero no se puede hablar propiamente de mitos. Como m ito­ lóg ico podría designarse tal vez el relato de la transfiguración (Me 9, 2-8 par.). Por lo que se refiere a la teoría del «secreto mesiánico» de Jesús, se puede afirmar que Me se ha servido de un motivo m itológico para presentar la vida de Jesús 3S. También en los demás escritos del NT. descubre Bultmann influjos más o menos precisos del mito gnóstico. Se señala com o caso más llamativo el tema del viaje de Cristo a los infiernos (1 Pe 3, 19; 4, 6) y>. Como es natural, Bultmann reconoce que el mito cristiano, el acontecimiento de Cristo no es un mito en el sentido de los mitos de la cultura griega y helenística. Jesucristo, que en cuanto H ijo de Dios y ser divino preexistente es una figura mítica, es al mismo tiempo un personaje histórico concreto, Jesús de Nazaret. Y su destino no es sólo un destino mítico. Es al mismo tiempo un des­ tino humano, que termina con la crucifixión. Lo histórico y lo mí­ tico se encuentran aquí entrelazados de forma única. El Jesús his­ tórico, cuyos padres se conocen (Jn 6, 42), es también el H ijo pre­ existente de Dios; y al lado del suceso h istórico de la cruz, está la resurrección, que no es propiamente un suceso histórico. Resumimos. Los elementos míticos y m itológicos que influyen y determinan en gran medida, según Bultmann, la formulación con ­ ceptual del mensaje cristológico neotestamentario son principalmen­ te tres: 1) La imagen m ítica del m undo, en la que juegan un papel deci­ sivo las potencias o fuerzas sobrehumanas — Dios, ángeles, demo­ nios— com o interventores constantes en la causalidad intramunda- na, inmanente, suspendiendo, supliendo o potenciando la acción de suyo regular y ordenada de las causas naturales. Esta actuación e intervención de los seres sobrehumanos caracteriza la imagen neo- testamentaria del mundo, heredada fundamentalmente de la tradi­ ción judía. 2) La apocalíptica judía, sobre la que han influido factores ex­ traños, com o serían los mitos y concepciones iranianas. Esta apoca­ 38. Véase Die Religion in Geschichte und Gegenwart 3 IV, p. 1281. 39. Die Theologie des NTs., p. 179. Bultmann cree que a la base de 1 Pe 3, 18-22 hay un Himno a Cristo, lo m ismo que en Cl 1, 15-20. Sobre el tema del viaje de Cristo a los infiernos véase Bo Reicke, The disobedient Spirits and Christiana Bap­ tism, 1946; W. B ieder, Die Vorstellung von der Höllenfahrt Jesu Crist, 1949; W. G. KÜMMEL, Mythos im NT, en Heilsgeschehen und Geschichte, 1955, pp. 223-225.

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