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74 LA FILOSOFIA EN LA IGLESIA POSTCONCILIAR forma radical y dualista, resulta tan peligroso para la humanidad com o el materialismo» (p. 23). Por eso la tragedia de nuestra cul tura europea consiste precisamente en el olvido del papel central de la sabiduría, de la contemplación, de la filosofía. El hombre mo derno sufre alergia de la especulación y de la filosofía escolástica que la encarna. La Iglesia necesita de la filoso fía Sea a un nivel precientífico o a nivel estrictamente teorético, el cristianismo tiene necesidad de la filosofía, dado que la ciencia no puede sustituir a la contemplación, y la misma contemplación sobre natural no puede llegar a la perfección de que es capaz sino a con dición de utilizar «también» la contemplación natural. Aunque hoy se habla constantemente de filosofía, sin embargo el mundo está falto de ella, nuestro mundo materializado, tecnifi- cado. Le falta una verdadera filosofía, y esta filosofía auténtica sigue siendo la cristiana, la cual dispone de los recursos de la razón, com o cualquier otra filosofía, y además de la ayuda extrínseca de la reve lación. Esta prestó históricamente y sigue prestando su ayuda a la filosofía, sin mermar en nada la autonomía de la razón. Si la Iglesia posee filosofía y teología, no las posee únicamente para ella, sino para el mundo y con ello tiene la Iglesia un medio de ponerse en contacto con el mundo y ofrecerle su ayuda. Un problema que aquí nos sale al paso es el del pluralismo filo sófico. Pero ¿significa este pluralismo la última palabra? Las filo sofías difieran ante todo por lo que cada gran filósofo entiende por filosofía 2. Unos conciben la filosofía com o filosofía del ser, otros com o filosofía del pensar, del lenguaje, etc. Difieren también por la sistematización, diversa dentro de cada una de las concepciones de lo que es filosofía. O, mejor, por la visión central que condiciona todo el ulterior desarrollo. Con todo es perfectamente posible redu cir toda filosofía en cierta medida a una filosofía del ser. La plura lidad histórica de las filosofías no resulta incompatible con una unidad más honda y fundamental 3. Y es a través de las qua estion es ph ilosoph ica e p erenn es donde se descubre esa unidad de la ph iloso- 2. Quien desee mayor claridad sobre este punto puede leer: X . Z u b ir i , C in co leccio n es d e F ilosofía (Madrid 1963). 3. El lector español haría bien en leer: O rtega y G asset , O rigen y ep ílog o d e la filosofía .
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