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B A S IL IO MORENO 45 Personalm en te hemos leído los informes que el Nuncio envió a Roma inm ed iatam en te después de conocerse la Pragmática, y por ninguna p a rte hemos descub ierto el lenguaje altivo ni las amenazas de que hab lan Hübner e H inojosa. Más aún; de h ab e r m ostrado tan to eno jo desde el p rim e r m omen to con tra el decreto real, es de suponer que Mons. Speciano lo h ab ría reco rdado en defensa p rop ia cuando más ta rd e tuvo que excusarse an te el Papa de la acusación de que, en el fondo, estaba de acuerdo con la Prag­ m ática 30. La ac titud inicial de Mons. Speciano puede definirse más bien como de p ruden te espera. Así aparece en el p rim e r informe despacha­ do a Roma después de conocer la Pragmática. Envía tres copias y adv ierte que en realidad era necesaria; aunque ya entonces indica que muchas personas sensatas comen tan desfavorab lemen te el que se haya incluido a los em bajado res, cuyo Decano es el Nuncio, a los cardenales, obispos y religiosos, pues, aunque tamb ién en tre éstos hab ía abusos, no e ra el Rey quien ten ía que rem ed iarlos. El Nuncio señala, además, sus p lanes inm ed iatos de acción. Piensa h ab la r al Rey p resen tando todas las objeciones que se oponían a la P rag­ m ática y ped ir una declaración en lo que a fecta a los eclesiásticos. Se m uestra sensible al d isgusto que sin duda la P ragm ática tiene que h ab e r causado al Papa, a los cardenales, p relados y príncipes, «vedendosi rifo rm a ti da qui non ha questa au to ritá» ; apun ta como solución m e jo r que Roma determ ine expresamen te los tra tam ien ­ tos debidos a los eclesiásticos. Y te rm ina diciendo que se hab ía desen tend ido co rtésm en te de la invitación del em ba jado r imperial que deseaba le acom paña ra en la audiencia de p ro te sta en nom bre de todo el cuerpo d ip lom á tico 31. Al día siguiente — 18 de oc tub re— el Nuncio alude de nuevo al d isgusto que reina en tre los em bajado res, y aven tu ra la sospecha de que el a sun to va a tra e r cola; po r o tra parte, sigue pensando que el Papa es la pe rsona más ind icada p a ra in te rven ir con efi­ cacia 32. H asta el m om en to no se adv ierte más que m esu ra y prudencia en las pa lab ras del Nuncio. Veamos cómo describe la p rim era moria de una misión especial en el Archivo secreto de la Santa Sede, vol. I, M a d rid 1896, p. 324. 30. N . M osconi, La Nunziatura del cremonese Cesare Speciano, negli anni 1586- 1588 alla Corte di Filippo II (su docum enti in e d iti d e ll’A rc h iv io Segreto V aticano). Crem ona 1939, pp. 64-6. 31. N u n cio de M a d rid a R u sticu ci, 17-X-1586: Arch. Vat., Nunz. Spagna 3}, f. 15v. 32. Id. a id., 18-X-1586: ibid., f. 18.

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