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BASILIO MORENO 6 5 Sixto, siempre celoso de su dinero, no se considera obligado por un tratado en el que España no ha cumplido todas las condiciones. Y, de entregar el millón com o ayuda a una nueva campaña, se des­ entiende, alegando sus dudas de que la nueva expedición se lleve a efecto " 4. Y, cuando el force jeo por el millón empieza a perder interés, convencido Felipe II de la inutilidad de sus esfuerzos, un nuevo problema polariza la atención — ya para todos los días del Ponti­ ficado de Sixto— en la órbita política Roma-Madrid. Nos referimos a la lucha, a veces dramática, del Rey Católico por conseguir una alianza hispanopontificia para intervenir militarmente contra los hugonotes de Francia. Forzado a dialogar constantemente sobre problemas de la ma­ yor trascendencia, Sixto no vuelve a ocuparse de los títulos que en España se concedían a los eclesiásticos, incluidos los obispos y cardenales. B asilio Moreno T eo logad o de PP. Capuch inos - L eón 114. También el intento de conseguir 20.000 escudos sobre la concesión del excusado, a Felipe II, terminó orillado por la Empresa contra Inglaterra. Cf. Basi­ lio de Pinilla, Un capítulo para la historia del excusado en tiempo del Papa Sixto V, en Miscellanea Melchor de Pobladura I, Roma 1964, 369-385.

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