PS_NyG_1969v016n001p0037_0065

56 S IX T O V CON TRA LA P R A G M A T IC A DE F E L IP E I I cardenales, Sixto concede la pú rp u ra cardenalicia al inglés w. Y el m ismo día escribe de su puño y le tra a Felipe II un a c a rta que, po r c ie rto muy poco d ip lom áticam en te, el m ismo Papa m u estra a d istin tas personas an tes de que llegue a su d e s tin a ta rio 70. En esta c a rta personal, Sixto anunc ia al Católico que h a nom ­ b rado Cardenal a Alien; pide que no se re ta rd e la salida de la Armada, pues ya nad ie duda que la g ran escued ra concen trada en Lisboa no tiene o tro ob jetivo que el asalto a Ing la te rra , y cual­ qu ie r re tra so no h a ría más que p e rju d ica r a los católicos ingleses. Amonesta al Rey que, an tes de lanzar sus ejércitos con tra Ing la­ te rra , se reconcilie con Dios, pues n ingún pecado irrita tan to la ju stic ia divina como la usu rpación de los derechos eclesiásticos; le adv ierte que le han aconsejado mal al inc lu ir en su P ragm ática a los cardenales y obispos; que, con ello, ha incu rrido en un pecado gravísimo del que debe a rrep en tirse y h acer penitencia, pues de lo con tra rio puede tem e r cualqu ier castigo divino; dice tam b ién un tan to h iperbó licam en te que este pecado le ha hecho d e rram a r m u ­ chas lágrimas; y term ina reco rdándo le que en los a sun tos esp iri­ tuales le debe ob ed ien c ia71. Felipe II siente en lo vivo que el Papa airee sus desaveniencias, y manifiesta su disgusto co rtando p o r el momen to toda co rrespon ­ dencia personal con é l 72. La inm inencia de la expedición m ilita r con tra Ing la te rra imp ide medidas más d rásticas. Ya desde aho ra podemos ad e lan ta r que el flu jo y reflu jo del p rob lem a inglés, que aho ra en tra en su fase decisiva, te rm in a rá po r q u ita r todo in terés a la querella su rg ida en to rno a la Pragm ática de títu los. El hecho que dos días después del violento Consistorio se fir­ m ase el acuerdo más im po rtan te en tre Sixto V y Felipe II nos hace pen sa r que la tensión no debió se r tan a lta como parecen suponer algunos d ip lom á tico s73. Lo que re su lta indudab le es que se creó un am b ien te de expec­ tación. Expresam en te lo consigna el rep re sen tan te del Gran Duque 69. G. K n o x , Letters and memorials of Card. Alien. London 1882, p. 297. 70. A lb e rti al G ran Duque, 22-VIII-1587: Arch. Stat. Firenze, Mediceo 3296; G r itti al Doge, 22-VIII-1586: Arch. Stat. Venezia, Roma 21, f. 291v. 71. A. B ellesheim , Wilhelm Cardinal Alien und die englischen Seminare auf dem Festlande (M a in z 1885), p. 176. La carta, editada ya p o r d istin to s autores, debió a d q u irir una am p lia d ifu sió n com o lo atestiguan las m uchas copias m anus­ c rita s existentes en los Fondos de la B ib lio te c a y A rch iv o V aticanos. 72. H übner, op. cit., I, 296-297. 73. M u ti al Duque de Saboya, 10-VIII-1587: Arch. Stat. Torino, Roma 9, n. 66; M alegnani al Duque de M antua, l-VIII-1587, p u b licada p o r Pastor, Historia de los Papas, X X I (ed. españ.) 339.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz