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54 S IX T O V CON TRA LA P R AG M A T IC A DE F E L IP E II ni el Romano Pontífice pod ría absolverles fuera de peligro de m uerte; personalm en te él renuncia a esta facu ltad Después de la consu lta, Felipe II se respalda en el d ictam en de su Consejo; p o r eso el Papa, más que a la persona del Rey, ataca aho ra a sus consejeros, lo que en definitiva siempre e ra menos com p rom e tid o 61. Lo sucedido en el Consistorio encuen tra un amplio eco en los despachos d iplomáticos de los próximos días. El rep re sen tan te del duque de Saboya escribe que el Papa acusó al Consejo Real con «grand issim a exageratione» 62. Alberti comunica al Gran Duque que Su San tidad hizo una «lunga pred ica m o lto a ffe ttuo sa e t demos­ tra tiv a di dolore et lacrim ando se doluto del Consiglio di Spagna, m a non della persona del Re» 6\ Sixto se m o strab a imp lacab le cuando creía que se u su rp ab an los derechos eclesiásticos, unos derechos que desde luego él veía muy amplios. Pero en ju lio de 1587, se ha llaba muy comp rom etido con el Rey Católico; p recisam en te dos días más tarde, el 29, firm aba un pacto po r el que se comp rom etía a con tribu ir con un millón de escudos a la expedición que el Rey de E spaña p rep a rab a con tra la cism ática I n g la te r r a 64. Es n a tu ra l que, en estas circunstancias, no qu isiera ap u ra r las cosas; y de alguna m ane ra lo consigue d iri­ giendo sus golpes más violentos con tra el Consejo y no con tra el Rey, al que sigue considerando como el ánco ra de la C ristiandad» 6S. 60. Arch. Vat., Consistorial, Acta Miscellanea 21, t. II, lib. 7, Sixtus V, 1587. Después de in d ic a r que el Papa declara incursos en excom unión m ayo r latae sen- tentiae a los que reciban cartas de E spaña sin el tratam iento h a bitual, continúa el cronista: «A qua (excomm unione) non possint ab solví a quovis, quacum que autem praedito, nec vigore q u o rum vis in d u lto rum , iu b ile o rum et ía cu lta tum quomo- d o lib et concessarum cuicum que co n fra te rn ita ti, re lig io n i, collegio, loco vel ecclesiae au t p e rso n rr, nec ab ipsom et S um m o Pontífice praeterquam in a rtic u lo m o rtis, declarans se n o lle daré, nec habere mentem concedendi, im m o a se abdicare talem facultatem : ibid., f. 225r; cf. M u ti al Duque de Saboya, l-VIII-1587: Arch. Stat. Torino, Roma 9, n. 64. 61. A lb e rti al G ran Duque, 27-VII-1587: Arch. Stat. Firenze, Mediceo 3396; cf. id. a id., 18?217-III-1587: ibid. 62. M u ti al Duque de Saboya, l-VIII-1587: Arch. Stat. Torino, Roma 9, n. 64. 63. A lb e rti al G ran Duque, 27-VTI-1587: Arch. Stat. Firenze, Mediceo 3296. 64. A. O. M eyer, England and die katholische Kirche linter Elisabeth und den Stuarts. V o l. I: England und die katholische Kirche linter Elisabeth (Rom a 1911), pp. 454-457. 65. Arch. Vat., Vat. Lat., 12.178, ff. 283r-2844: Se tra ta de una relación e scrita en español, sobre lo sucedido en el C o n sisto rio del 27 de ju lio ; según el cro nista, él h a b ría m anifestado que se veía obligado a h a b la r enérgicam ente, pero que, al m ism o tiem po, deseaba que todos supieran «la afición» que tiene al Rey; que lo sucedido le desagradaba particu larm e n te porque la afició n le venía de «Rey tan cató lico y que am aba tanto, y que era sólo el áncora de la C ristiandad».