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B A S IL IO MORENO 53 el Nuncio alim en ta alguna esperanza confiado en la «bontá y pru- denza di S. Maestá» 56. A fines de ju lio , Speciano consigue audiencia; el Rey, que no se halla aún comp letam en te restab lecido , sigue con atención las pa la ­ b ra s del Nuncio, y lam en ta que el Papa haya tom ado tan a mal una Pragm ática que era fru to de m adu ro examen en su Consejo; pero, a la ho ra de la verdad, se rem ite como ya se hab ía hecho hab itua l, a las órdenes cu rsadas a su em b a jado r en Roma 57. La querella se ha hecho de dom inio público, y se m u ltip lican los escritos a favor y en con tra. Speciano reconoce que hay perso ­ nas graves que, con tra la opinión de los buenos doctores, defienden la Pragmática; pero, más que en razones —dice— se apoyan en c ie rta to lerancia y abuso hab itua les en España. Im p resionado po r la bondad del Rey, el Nuncio alim en ta aun una tenue esperanza que ya casi sólo es d e s eo 58. EL TEMA DE LA PRAGMATICA EN EL CONSISTORIO La presión, cada vez más agob ian te de Roma, decide a Felipe II a con su lta r a su Consejo. Y la respuesta de éste en favor de la Pragm ática afianza al Rey en su in transigencia; al m ismo tiempo que rem ite a Olivares el dictamen del Consejo, le escribe taxativa­ mente: «No hay que tr a ta r de q u ita r o d ec la ra r la Pragmática, como ya he advertido al N unc io»59. En d istin ta s ocasiones hab ía indicado Mons. Speciano que las amenazas te rm in a rían po r doblegar la vo lun tad real. Confiado en la opinión de su rep re sen tan te en Madrid, y segu ram en te cansado de tan ta s pa lab ras, Sixto se decide po r un golpe de fuerza. En el Consistorio del 27 de ju lio , el Papa da riend a suelta a su enojo. P resen ta la Pragm ática como cismática, sediciosa y conde­ nable; acusa de cismáticos y excomulgados a los consejeros reales; p roh ibe a los cardenales que reciban ca rtas de E spaña si no llevan el tra tam ien to hab itua l; a los que con trav in ie ran esta orden , los declara incu rsos en excomunión m ayor latae sententiae, de la que 56. Después de in d ic a r que e l Rey, aun enferm o, le retrasa la audiencia porque quiere pensar detenidam ente la respuesta, continúa el N u n cio en su in fo rm e del 31-VI-1587: «Ma vo g lio sperare bene conoscendo la bontà et prudenza d i S. M tà sin tanto che non veggo il contrario»: ibid. 19, f. 247r. 57. N u n cio de M a d rid a R u sticu ci, 25-VI-1587: ibid., ff. 250-251. 58. N u n cio de M a d rid a R u sticu ci, 25-VI-1587: ibid., ff. 250-251. 59. F elipe II a O livares, 24-VI-1587: Arch. Gen. Simancas, Estado, Roma 949, f. 165.

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