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J. M .a LA SO G O N Z A L E Z 9 Siendo esto así, se p lan tea un prob lem a de inm ed iato a quien qu iera explicarse las doctrinas que expone Aristóteles en to rno a Dios en Melaphys. X II, 7 y 9: ese ser, perfecto en su orden, que A ristóteles describe como acto de pen sar su p rop io acto, ¿es algo cuya existencia se da po r supuesta?, ¿es más bien una deducción pu ram en te conceptual y ap rio rística?, ¿ o es po r el con tra rio un ser cuya existencia real dem uestra Aristóteles a p a rtir de la expe riencia? Una vez que Aristóteles aven tu ra la h ipó tesis de que el p ri m er ser debe mover como ob jeto de deseo y conocim iento, porque esto mueve sin se r movido 21, comienza a conside rar al p rim e r ser como realidad del orden de las realidades conocidas y deseadas, y como la p rim e ra en este orden. En este pasaje hay imp lícita una p rueba de la existencia de Dios; podemos esquem atizar esta p rueba en los siguientes pun tos: a) En la serie de los seres cognoscibles po r sí m ismos, uno será onto lóg icam en te el p rim e ro o más fundam en tal y el más cognosci ble en sí m ismo; éste será tamb ién el m ejo r y el más deseable: «La m en te («noüs») es movida po r el ob jeto de pensam ien to («noetón»), y los ob jetos del pensam ien to son, de las dos series de opuestos, la cognoscible po r sí misma; y de ésta lo p rim e ro es la «ousía», y de ésta la simple y en acto («k a t’ enérgeian»)... Ahora bien, lo bueno («kalón») y lo deseable po r sí m ismo están en la m isma serie; y lo m ejo r, o lo análogo (a lo m ejor), existe siempre como prim ero» 22. b) Este ser p rim e ro en la serie de los cognoscibles, «ousía» simple en acto, y de los deseables, el ser m ejo r, es el m o to r inmóvil del mov im ien to eterno ; po rque es éste un ser que existe necesaria m en te y sin cambio alguno posible. Por tan to , el ser ontológicamente p rim e ro en la serie de lo cognoscible y deseable es princip io : «Puesto que hay algún m o to r que es inmóvil, que existe en acto, «enérgeiai», éste es imposible que cambie en nada. Pues de los cambios el p ri m ero es el de lugar, y de éste el circu lar, y a éste mueve aquél. Por tan to , po r necesidad está existiendo; y en cuan to que po r necesidad (su ex istir es) bueno («kaló s» )23y de este modo princip io (« a rk h é» )24. c) Ahora bien, si el ser p rim e ro y óp tim o de la serie de lo in te ligible y deseable, existe po r necesidad, y es p o r lo m ismo acto 21. Melaphys. XII, 7,1072 a 26-27. 22. Metaphys. XII, 7, 1072a 30b 1. En cuanto a la traducción de«hetérasys- toikhía kath’autén» línea 31, cfr. Metaphys. IV, 2, 1004b27. 23. Porque nada violento ni al margen dela naturalezapuede sucederle. Me- thaphys. V, 5, 1015b 14-15. 24. Metaphys. XII, 7, 1072b 7-11.
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