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j . M .a L A SO G O N Z A L E Z 33 («theoría») es lo más agradab le y m ejor. Si, pues, Dios goza siempre de tal modo, como no so tros en algún momento, es adm irab le; y si más, más adm irab le ...» n\ E sta comun idad de ser en tre el «noüs» del hom b re y Dios con­ duce inev itab lemen te a suponer, que en tre el en tend im ien to hu ­ m ano y Dios debe de habe r encon trado Aristóteles alguna relación pa rticu la r; sólo conociendo cómo en tienda A ristóteles las relaciones en tre el en tend im ien to hum ano y Dios, pod rá encon tra rse explica­ ción a esta comun idad en tita tiva en tre lo divino en el hom b re y la n a tu ra leza de Dios. ¿Cómo lo explica Aristóteles? En el lib ro X II de los Metaphysica no da respuesta positiva alguna a esta cuestión; es necesario acud ir a o tro s pasajes del Corpus A ristotelicum p a ra in ten ta r h a lla r una respuesta. En el cap ítu lo qu in to del libro tercero de De anima, Aristó­ teles estud ia, como tem a expreso, aquella activ idad del hom b re que suele calificar de o rd ina rio como lo divino en el hom b re "4. Al final del cap ítu lo cua rto ha dicho que el en tend im ien to hum ano , al co­ nocer, se convierte de algún modo en el ob jeto que le informa; en el cap ítu lo qu in to com ienza diciendo, que en el alm a debe de h abe r un en tend im ien to que pueda hacerse todas las cosas, como la m a­ teria, y o tro que, como la causa eficiente, produzca todas las cosas; tra s decir que este ú ltimo es a m ane ra de un estado positivo como la luz, afirma que es «separable, impasible y sin mezcla po rque es un acto»; y al final del capítulo: «cuando ha sido separado , es lo que esencialmen te es, y solamente éste es inm o rta l y eterno». Se­ pa rab le, impasible, en acto, inm o rta l y e te rno son p rop iedades que justifican suficientemente en la m en talidad de Aristóteles el llam ar divino a este en tend im ien to del hombre; aunque en el cap ítu lo qu in to del lib ro tercero del De anima no utilice este calificativo. Pero esto no es, sin embargo, suficiente p a ra in te n ta r identificar el en tend im ien to que es causa eficiente con el Dios de Metaphys. X II; h ab ría que p resc ind ir p a ra ello de todo el cap ítu lo noveno de Me­ taphys. X II en el que excluye de Dios o tra actividad que no sea conocer su p rop io acto; h ab ría tam b ién que bu scar el modo de conciliar la causalidad ún icam en te final de Dios, de Metaphys. X II, con la causalidad ún icam en te eficiente 115 del en tend im ien to , correc­ tam en te llamado p o r todos los com en taristas «activo» o «agente»; 113. Metaphys. X II, 7, 1072b 22-25; cfr. 1072b 15 y ss.; Et. Nie. V II, 14, 1154b 20-30. 114. Cfr. De an. III, 5. 115. De an. III, 5, 430a 12 y 19. 3

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