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J. M .a L A SO G O N Z A L E Z 5 En los cap ítu los de Metaphys. X II en los que Aristóteles hab la sobre Dios se pueden d istingu ir estos temas: demostración de la existencia de Dios, deducción de la natu raleza de Dios y presencia de Dios en el cosmos y en el mundo como bien y o rden 4. La demostración de la existencia de Dios suelen encerrarla los com en taristas en el cap ítu lo sexto. En este cap ítu lo , en efecto, es donde Aristóteles hace uso expreso de proced im ien tos discursivos y term ino log ía ap rop iados para dem o stra r la necesidad de que exista un m o to r inmóvil: comienza el cap ítu lo enunciando el tema con estas palab ras: «lektéon hó ti anágke einaí» 5; mediado el capítulo, an tes de enunc ia r y reso lver las apo rías 6, concluye con la fórmula: «dei á ra einaí»; éste es el estilo de todo el cap ítu lo sexto. En el cap ítu lo sép timo se trueca este tono po r el adecuado p a ra deducir p o r analogía la natu ra leza de Dios; la term ino log ía co rresponde m ed ian te abundan tes adverbios de modo y oraciones comparativas. El enlace en tre los con ten idos de ambos cap ítu los debe ser en buena lógica el siguiente: dem ostrada en el p rim ero de ellos la necesidad de que exista una «ousía» que es «enérgeia», esta conclu­ sión debe se r el an teceden te fundam en tal de la po ste rio r deducción de la natu raleza de tal «ousía». Y así debe ser, pues, a p a rtir de la m itad del cap ítu lo séptimo, más precisam en te, desde que dem uestra que el p rim e r m o to r existe necesariam en te 7, la noción de «enérgeia» po r esencia es el gozne sob re el que van g irando los a tribu to s que A ristóteles deduce en esta realidad . Sin embargo, si se analiza deten idam en te el enlace en tre ambos cap ítu los, resu lta fácil descub rir que ese enlace no es tan estrecho como a p rim e ra v ista parece. Ante todo, se adv ierte el empleo del térm ino «enérgeia» ba jo d istin ta suposición en uno y o tro capítulo. A ristóteles en el cap ítu lo sexto deduce la necesidad de que exista una «ousía» que sea «enérgeia» a p a rtir de la p rio ridad ontològica de las «ousíai», a p a rtir de la e te rn idad del movim iento y a p a rtir del p rincip io (que no fo rm u la expresamen te) de la heteronom ía del 1. LA E X I S T E N C I A Y N A T U R A L E Z A D E D I O S 4. Sobre la exégesis de los capítulos 6 a 10 de Metaphys. XII, cfr. E. O g g io n i, Aristotele. La Metafisica (Padova 1950), p. 340 y ss.; también D. Composta, Oggeto e aspetti della prova dell’esistenzadel motore immobile nel libro X II della Meta­ fisica, en Salesianum 19 (1957) 624 y ss. Dela unicidad o multiplicidad demotores prescindimos en este trabajo. 5. Metaphys. XII, 6 , 1071b 4. 6 . Metaphys. X II, 6 , 1071b 23. 7. Metaphys. XII, 1072b 4 y ss.

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