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24 A N A L IS IS DE L A S APORTAS T E O L O G IC A S . hab la sin con tradec ir que Dios no conozca el mundo: p a ra el filó­ sofo, Dios, po r ser p rincip io unívoco u n iv e r s a l74, es ob jeto principal de la sab idu ría; Dios, po r con sistir en pensam ien to de sí mismo, es quien plenam en te posee la sab idu ría. Si en la doc trina de A ristóteles no hay huellas de la noción de creación y se tiene como indigno de la perfección divina que co­ nozca el universo, la idea de providencia divina ha de qu ed a r nece­ sa riam en te ignorada. El concepto de «prónoia» que, como es sabido, hab ía sido utilizado an tes de Aristóteles en la filosofía griega, no aparece en ningún pasaje del Corpus A ristotelicum . Dios es un ser to ta lm en te trascenden te aunque esté presen te su perfección en el universo en cuan to orden; ya lo hemos visto an te rio rm en te en este artícu lo ; pero, como veremos más adelan te, este influ jo de Dios en el universo es algo no in ten tando po r Dios y del todo ajeno a su actividad. E ra necesario ver que pa ra Aristóteles Dios no es creador, ni conoce el mundo ni, po r tan to , es prov iden te; la in te rp re tac ión de su doc trina desde un pun to de vista neoplatónico o creyente hab ía entend ido lo con trario . Ahora es necesario exp licar qué relación hay, a p esar de todo, según Aristóteles, en tre Dios y el universo. En el lib ro X II de los Metaphysica afirma Aristóteles que Dios mueve como causa final el universo; d irectam en te, como ob jeto de pensam ien to y deseo, mueve a algunos seres y éstos a todos los demás 75. De ahí, que a continuación , afirm e tam b ién que de Dios depende, como de su p rin ­ cipio, el cielo y la natu raleza, es decir, el un iverso to d o 76. Y de ahí, po r fin, que asegure, que ese Dios trascenden te está p resen te en el universo como o rden 77, y que term ine el libro X II de los Metaphysica con la cita de Homero: «No es bueno el gobierno de muchos; haya un solo gobernante» 78. ¿Cómo se realiza esta relación asim étrica en tre Dios y el universo, siendo así que Dios no crea ni conoce al universo, m ien tras que éste es movido po r Dios, como p o r su fin, depende de él y se m an tiene ordenado ba jo el influjo de él? O con o tra s palab ras: ¿Cómo se explica la moción de Dios, causa final trascenden te, en el universo? Teniendo en cuen ta la afirmación de Aristóteles, que Dios mue­ ve como ob jeto de pensam ien to y deseo a algunos seres, será 74. Metaphys. X II, 4, 1070b 30-35. 75. Melaphys. X II, 7, 1072b 1-4. 76. Melaphys. X II, 7, 1072b 13-14. 77. Metaphys. X II, 10, 1075a 11-25. 78. Metaphys. X II, 10, 1076a 4; Homero, 11. II, 204.