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18 A N A L IS IS DE L A S A P O R IA S T E O L O G IC A S . 2. LA MOCION DE DIOS EN EL UNIVERSO Este Dios trascenden te, que consiste en pensar su p rop io acto, p lena iden tidad consigo m ismo, es el ser más perfecto y mejor; tiene que existir, po rque alguna tiene que ser la rea lidad más lo­ grada. Y en cuan to realidad p rim e ra es princip io ; sin él ¿cómo ex­ p lica r el movim iento ordenado de los demás? En este sen tido todo depende de él. Y mueve como ob jeto de pensam ien to y deseo. Tal es el resum en de la doc trina que expone A ristóteles sobre Dios en Metaphys. X II, 7, 9 y 10 y en pasajes de con ten ido equiva­ lente al de estos capítulos. Ahora bien, las realidades en sí, que en el o b ra r cuo tid iano mueven al hom b re como ob jetos de cono­ cim iento y deseo, suponen en el hom b re la capacidad activa de conocer y desear; así, algo se constituye en fin objetivo, en cuan to que ya supone un su je to capaz de in te rio riza r ese algo como fin. Aplicando al caso esta doctrina, ocu rre p regun ta r cómo sea Dios causa final ob jetiva p a ra el cosmos al que mueve; o con o tra s pa­ lab ras, cómo Dios produzca la moción en los movidos. Necesaria­ m en te los movidos hab rán de se r capaces de conocer y desear. Pero si las demás cosas tienden inconscien temen te a Dios, cab ría p re ­ g u n ta r po r el se r consciente que ha ordenado el universo hacia Dios constituyendo a éste en fin objetivo: ¿el m ismo Dios que, según Aristóteles en Metaphys. X II, 9, no conoce el mundo? Supuesta la afirmación de la causalidad final ob jetiva de Dios sob re el cosmos, las cuestiones an te rio re s, con solución o sin ella, no impiden el p lan team ien to espon táneo de o tra serie de prob lem as en to rno a la m isma cuestión general de la relación de Dios, pensa­ m ien to de su p rop io pensam ien to , con el universo. Si la causalidad final o moción provoca la acción del movido, ¿ qué activ idad realiza el un iverso al ser movido po r Dios causa final? ¿E l un iverso en todas y cada una de sus p a rte s es causa eficiente en el m ismo sen­ tido al ser provocado a la acción p o r la moción de Dios? La respuesta, que quiso en co n tra r en Aristóteles a estas cues­ tiones la in te rp re tac ión que se puede decir derivada de los comen­ tario s de San to Tomás de Aquino, supone que el Dios pensam ien to de pensam ien to es origen del ser del un iverso, lo conoce y lo go­ b ierna. San to Tomás afirma que es falsa la opinión de quienes pen­ saron que Aristóteles no vio en Dios la causa de la sustancia del cielo, sino sólo su movim iento 48. Comentando el pasaje, en el que 48. C fr. S. Tomas, I n M eta p h y s. lib . V I, lect. 1.

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