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16 A N A L IS IS DE L A S APORTAS T E O L O G IC A S . como ideal a im itar, esto es, como causa final ob jetiva? («tinos») 40. ¿Y cómo pod ría ser acto de pensarse a sí m ismo, excluyendo toda potencia, si tuv iera cualqu ier clase de con tacto , incluso intencional, con lo que no es él mismo, esto es, si no fuera «khoristós»? 41. Así pues, m ien tras que en Metaphys. X II aparecen bien claros estos pun tos, po r apa recer perfectam en te definida la esencia de Dios como «nóesis noéseos», en los fragm en tos conservados de las ob ras perd idas de Aristóteles no aparece decidida la po stu ra de Aristó­ teles en to rno al género de la causalidad de Dios y en to rno a su trascendencia o inmanencia. Sirva como ejemplo la in te rp re tac ión hecha po r W. Jaeger y po r H. von Arnim al « ...rep lica tione qua- dam ...» del siguiente fragm en to del De philosophia, conservado po r Cicerón en el De natura deorum: «Aristóteles en el lib ro tercero del De philosophia en reda muchos pun tos d iscrepando de su maes­ tro Platón. Pues unas veces a tribuye a la mente toda la divinidad, o tra s dice que el mundo es Dios m ismo, o tra s pone como princip io en el mundo a un cierto ser, y le a tribuye tal m isión que ’’replica­ tione quadam” rige y conserva el movim iento del m undo ...» 42. W. Jaeger ve en este ser que rige y conserva el movim iento del mundo «replicatione quadam» al m o to r inmóvil del Metaphys. X II, 7 y 9, que mueve como causa final; el «rep licatione quadam» sería una fo rm a de exp resar la moción, o acción m etafó rica de la causa final; esta in te rp re tac ión de W. Jaeger encaja con su h ipó tesis de que Metaphys. X II no está cronológicamente lejos del De philosophia y demás ob ras del p rim e r Aristóteles, el más cercano a P latón 43. Por su parte, H. von Arnim ve en el «rep licatione quadam» una refe­ rencia al movim iento del sol y de los p lanetas, que es inverso al movim iento de las estrellas. También esta in te rp re tac ión está con­ jugada con la hipó tesis de H. von Arnim, pa ra quien en Aristóteles se pueden d istingu ir claram en te dos teologías que son los extremos de su evolución: una teología inm anen tista con a rreb a to s m ísticos en el De philosophia, y una teología especulativa, la del m o to r in­ móvil trascenden te, cuya formu lación más m adu ra se encuen tra en Metaphys. X II, 6-10 44. O tras varias in te rp re tac iones ha recibido 40. Metaphys. XII, 7, 1072b 1-4. 41. Metaphys. XII, 9, 1074b 21 y ss.; 7, 1073a 3-5 y párrafos anteriores. 42. W. D. Ross, Aristotelis fragmentaselecta (Oxford 1958). De philos. frag. 26. 43. W. Jaeger, Aristóteles, trad.cast. (México 1946). p. 162 y ss.; véase lanota 31 del libro citado. 44. H. von Arnim, Die Entstehung des Gotteslehre des Aristoteles. Ak. Wiss. in Wien. Sitzungsberichte 212B 5 Abhandlung, 1931, ver pp. 4 y 7.

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