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ANTONIO PINTOR 3 8 3 tu ridad» . La p rim e ra verdad de la Fenomenología de la Religión es la «orig inariedad o inderivab ilidad de la experiencia religiosa» (p. 322). ¿ En el acto religioso es dada la existencia real de Dios? Este tema ha hecho co rre r mucha tin ta en tre los estud iosos de Scheler. L lambías ace rtadam en te se inclina a cree r que lo dado es la «es­ fera de lo divino» como tal, pero no el con ten ido de esa esfera. La p rim e ra condición p a ra pode r calificar un acto de religioso es su referencia intenciona l a un ob je to religioso, in tencionalidad que no puede llena r n ingún ser finito. No seguimos aho ra a Llambías en la exposición de los a tribu to s positivos de Dios ni en las im po r­ tan tes consecuencias del prim ado del am o r sobre el en tend im ien to y la vo lun tad . ¿ Es posible p ro ba r la existencia de Dios po r los actos religiosos? Scheler dice que sólo se puede com p roba r pregun tando po r la causa de esos actos en el hom b re, que no puede ser o tra que Dios; e sta comprobación es ya metafísica (p. 360). Se term ina este cap ítu lo con las relaciones en tre la Religión y la Cu ltura, sub ra ­ yando de nuevo la au tonom ía de aquélla. Este es el cap ítu lo más valioso de esta volum inosa y p en e tran te obra; la penetración y precisiones de Llambías son sencillamen te adm irab les; él era ya el a u to r de la exposición más au to rizada de la Filosofía de la Religión scheleriana en nu e stra lengua 5. El cap ítu lo VII: «Filosofía en tránsito» (pp. 369-389), se ofrece como de gran in terés al tr a ta r el tem a apasionan te de la evolución in te rn a del pensam ien to scheleriano; el escrito más usado es Wesen und Fo rm en der Sympathie, en su segunda redacción, que refleja muy bien este momen to c rítico del pensam ien to del filósofo. Sche­ ler hab la entonces de una nueva fo rm a de sim patía, la «Unifica­ ción afectiva» ( E in s fiih lu n g ) cuando el yo p rop io se iden tifica con el ajeno den tro de la conciencia v ital. Scheler acep ta ahora, al me­ nos como p robab le, la h ipó tesis de la real un idad de la vida un i­ versal en tera, pero con validez ún icam en te en la esfera vital, no metafísica. Del examen de esta ob ra resu lta que el pensam ien to scheleriano vivía entonces una época de confusión: qu iere conservar la insp iración c ristiana y, al m ismo tiempo, se adv ierten ciertas ideas de tipo panen te ísta (ésta es la calificación exacta —no la de pan- teísta—, según L lambías) que se afianzan cada vez más h a sta h a ­ cerse incom patib les con el teísmo. 5. Ju a n L l am bí a s de A zevedo , La filosofía de la religión en Scheler, en Ciencia y Fe (San M iguel. A rg.) 1 (1944 ) 9-40.

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