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372 LA OPINION PUBLICA EN LA IGLESIA para una toma de conciencia de los problemas graves que hay que solucionar en común. Lo dice expresamente el Cardenal König: «El contacto (sistemático) internacional entre periodistas aportaría además la posibilidad de hacer, en el curso de esta preparación a la profesión, el experimento de la catolicidad de la Iglesia, de su dimensión mundial y de su espíritu abierto hacia nuestra época». Termina el conferenciante con lo que podríamos llamar «pro­ nunciamiento a favor de la mayoría de edad del laicado». La je­ rarquía eclesiástica debe ser distinta en toda la línea del Estado «policía» y del Estado «nodriza». El periodista católico se define como portador de la opinión pú­ blica católica. Por lo mismo debe presentar a la Iglesia la opinión popular, decirle qué espera el pueblo de ella, qué le pide en cada momento histórico. Y esto deben hacerlo los periodistas, «sin es­ perar siempre a su obispo, tampoco una noticia de Roma». El pe­ riodista católico está puesto como intermediario entre el mundo y la Iglesia, como el hombre del diálogo entre mentalidades diversas. De modo que, por una parte, informe al mundo sobre la Iglesia y, por otra, informe a la Iglesia sobre los complejos problemas del pueblo. Como síntesis de la conferencia, se podría invitar a una reflexión profunda sobre el texto de König cuando presenta al pe­ riodista católico como «boca y oídos de la Iglesia». J. C alasanz G ómez PP. Capuchinos. Vigo ( Pontevedra )

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